“Que me deje en paz”. La presidenta de la Asociación Nudista de Nueva Umbría (Anudenu), Francisca Martín-Cano Abreu, ha acusado al párroco de Lepe, Feliciano Fernández Sousa, de utilizar el púlpito para “atacarla” en la homilía después de que se conociese que montó a caballo desnuda durante la pasada romería en honor de la Virgen de la Bella, celebrada en mayo.
La nudista, que se autodefine como “apóstata”, asegura que el sacerdote se la tiene “sentenciada” desde que conoce su actitud y le pide que en una próxima homilía rectifique. “Quiero que diga que soy una mujer normal, y que merezco el respeto de todos, porque la gente está muy ofendida, algunos cuando me ven por la calle dicen: Ahí va la asquerosa”, señaló.
Es más, Martín-Cano Abreu lamentó que tras desnudarse en la romería, y aunque solo lo hizo a las puertas de una de las casas del recinto, está recibiendo ataques de “algunos catetos” a sus pertenencias, como destrozos en su coche o incluso en la que casa que posee en Lepe, donde le han llegado a cortar el agua.
Sin embargo, el párroco asegura que no atacó a esta mujer en la homilía, aunque reconoce que rechaza su decisión de desnudarse en un recinto religioso como es el de la romería.
Fernández declinó polemizar sobre este asunto, aunque sí quiso dejar claro en todo momento que su intención no fue la de ofenderla. “Solo hice una exaltación de la Virgen de la Bella, que debe estar muy por encima de las excentricidades de esta señorita, y sí pienso que este tipo de excentricidades no deben repetirse en un lugar como una romería religiosa”, indicó.
El párroco resaltó que recibió incluso el aplauso de la feligresía cuando realizó este comentario, lo que pone de manifiesto –según añadió- que un amplio porcentaje de la población suscribe sus palabras. Con todo, reiteró que no desea entrar en polémica con esta mujer, de la que también señaló en la homilía que “había que quererla”.
La nudista, que se autodefine como “apóstata”, asegura que el sacerdote se la tiene “sentenciada” desde que conoce su actitud y le pide que en una próxima homilía rectifique. “Quiero que diga que soy una mujer normal, y que merezco el respeto de todos, porque la gente está muy ofendida, algunos cuando me ven por la calle dicen: Ahí va la asquerosa”, señaló.
Es más, Martín-Cano Abreu lamentó que tras desnudarse en la romería, y aunque solo lo hizo a las puertas de una de las casas del recinto, está recibiendo ataques de “algunos catetos” a sus pertenencias, como destrozos en su coche o incluso en la que casa que posee en Lepe, donde le han llegado a cortar el agua.
Sin embargo, el párroco asegura que no atacó a esta mujer en la homilía, aunque reconoce que rechaza su decisión de desnudarse en un recinto religioso como es el de la romería.
Fernández declinó polemizar sobre este asunto, aunque sí quiso dejar claro en todo momento que su intención no fue la de ofenderla. “Solo hice una exaltación de la Virgen de la Bella, que debe estar muy por encima de las excentricidades de esta señorita, y sí pienso que este tipo de excentricidades no deben repetirse en un lugar como una romería religiosa”, indicó.
El párroco resaltó que recibió incluso el aplauso de la feligresía cuando realizó este comentario, lo que pone de manifiesto –según añadió- que un amplio porcentaje de la población suscribe sus palabras. Con todo, reiteró que no desea entrar en polémica con esta mujer, de la que también señaló en la homilía que “había que quererla”.