La grave crisis por la que atraviesa actualmente España ha obligado a ayuntamientos de la provincia de Huelva a recortar de forma drástica el presupuesto para sus tradicionales actividades de Navidad, según leo en Huelva Información.
Así, el alcalde de Ayamonte, Antonio Rodríguez Castillo (PSOE), ha anunciado públicamente que este año no habrá comida de Navidad de los trabajadores del Ayuntamiento.
Se trata de una decisión que ha sido bien acogida, en líneas generales, entre la población fronteriza, donde el paro se ha incrementado en los últimos meses a consecuencia del notable descenso en la actividad de la construcción.
Por su lado, los trabajadores del Ayuntamiento de Isla Cristina, han decidido renunciar a la tradicional ‘cesta navideña’ al objeto de que el coste económico de la misma sea destinado a familias necesitadas en la localidad.
Mientras tanto, en el resto de localidades de la Costa occidental onubense se ultima estos días la instalación de la decoración navideña, en la que se nota este año una reducción del número de bombillas y de otros elementos decorativos.
Por cierto, las localidades del Algarve portugués, a diferencia de las onubenses, ya inauguraron días atrás su iluminación navideña. En Vila Real de Santo Antonio, junto al árbol de Navidad más gigantesco de toda la región (mide 30 metros de altura), nieva de forma artificial cada fin de semana. Dicha ‘nieve’ ha sido importada desde Lepe.
Así, el alcalde de Ayamonte, Antonio Rodríguez Castillo (PSOE), ha anunciado públicamente que este año no habrá comida de Navidad de los trabajadores del Ayuntamiento.
Se trata de una decisión que ha sido bien acogida, en líneas generales, entre la población fronteriza, donde el paro se ha incrementado en los últimos meses a consecuencia del notable descenso en la actividad de la construcción.
Por su lado, los trabajadores del Ayuntamiento de Isla Cristina, han decidido renunciar a la tradicional ‘cesta navideña’ al objeto de que el coste económico de la misma sea destinado a familias necesitadas en la localidad.
Mientras tanto, en el resto de localidades de la Costa occidental onubense se ultima estos días la instalación de la decoración navideña, en la que se nota este año una reducción del número de bombillas y de otros elementos decorativos.
Por cierto, las localidades del Algarve portugués, a diferencia de las onubenses, ya inauguraron días atrás su iluminación navideña. En Vila Real de Santo Antonio, junto al árbol de Navidad más gigantesco de toda la región (mide 30 metros de altura), nieva de forma artificial cada fin de semana. Dicha ‘nieve’ ha sido importada desde Lepe.