Madrid, 11.03.15.- Dos menores, Brenden Wright, de 10 años de edad, y su
hermana Delicia, de 8, han conseguido salvar a su hermano de 22 meses
después de que un secuestrador le cogiese mientras jugaban en un parque
público de la pequeña ciudad de Sprague, en Washington, EEUU, según informó telecinco.es. En una
rápida reacción persiguieron a su captor y alertaron a una trabajadora
de la zona, que les ayudó hasta conseguir que el delincuente se
retractase y devolviese al pequeño.
Los hechos acontecidos en la pequeña ciudad de
Sprague, en Washington, EEUU, han conmocionado a todos los medios
locales e internacionales después de que hayan llegado a los medios las
imágenes del secuestro fallido de un pequeño de 22 meses de edad.
La dramática escena tuvo lugar en el instante en que el bebé y sus
hermanos Brenden Wright, de 10 años de edad, y su hermana Delicia, de 8,
estaban jugando en un parque público sin la supervisión de la niñera
que Michael Wright, –el padre de los pequeños–, había contratado debido a
que tenía que trabajar ese día.
En ese momento fue
cuando un hombre que la policía describe como delgado, de unos 30 años
de edad, 1.8 metros de altura, pelo castaño y bigote, sacó al bebé del
carro en que se encontraba y le secuestró.
Sus
hermanos, Brenden y Delicia, sin dudarlo un instante, tal y como
reflejan las imágenes comenzaron a correr tras el delincuente, gritando y
suplicando que les devolvieran a su hermano.
Esta
última, en una decisión digna de una persona completamente adulta,
inteligente y responsable, se apresuró a entrar al establecimiento
cercano que se hallaba en el trayecto por el que perseguían al
secuestrador, alertando a Dorothy Gidding, la dueña del local que se
encontraba trabajando en ese preciso instante.
"¡Ese
hombre tiene a mi hermanito! ¡Ese hombre tiene a mi hermanito!" gritó la
pequeña, según explica Dorothy, quien pudo contemplar toda la escena,
grabada por los sistemas de seguridad de un comercio de la zona.
"Un hombre corría por la calle con un bebé en sus brazos y una niña corría detrás de él gritando. Sabía que algo iba mal", reconoció en declaraciones recogidas por 'DailyMail'.
Tras calmar a la pequeña Delicia y decirle que había hecho lo correcto,
Dorothy decidió enviar a su nieto adolescente y a un amigo suyo, que
persiguieron al delincuente, el cual, por fortuna, desistió en su
intento de secuestro y dejó al bebé en el suelo.
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