Madrid, 11.03.15.- La Casa del Rey ha reafirmado hoy su "respeto a la independencia del poder judicial" tras conocer que el Tribunal Supremo ha rechazado la demanda de paternidad interpuesta contra el Rey Juan Carlos por la ciudadana belga Ingrid Sartieu.
La reacción por parte de un portavoz de la institución ha sido exactamente la misma que suscitó el pasado 14 de enero la admisión a trámite de esta demanda por parte de la Sala de lo Civil del Supremo.
Hoy, el pleno de la Sala de lo Civil ha rechazado por siete votos a tres la demanda de paternidad, de manera que queda sin efecto el auto de admisión a trámite.
En la práctica, la decisión del Tribunal Supremo supone que el caso queda cerrado.
La belga Ingrid Sartieu reclamaba ser hija de don Juan Carlos, pero tras estudiar su requerimiento el alto tribunal ha entendido mayoritariamente que no debe seguir investigando el caso.
Entre los documentos que había aportado la demandante, figuraba una declaración notarial de su madre, Liliane Sartiau, donde refería las relaciones que había mantenido con un hombre español en el año 1965, en la Costa del Sol, fruto de las cuales habría nacido ella.
La demanda ahora desestimada fue admitida a trámite por el Supremo al mismo tiempo que el tribunal rechazaba de entrada otra presentada por el ciudadano español Albert Solá, quien también aseguraba ser hijo del anterior jefe del Estado.
Aun tratándose de pronunciamientos diferentes, la Casa del Rey ha mantenido siempre la misma posición en todos los casos al limitarse, como ha hecho hoy, a expresar su respeto hacia la independencia del poder judicial.
El Rey Juan Carlos es aforado ante el Supremo desde el pasado mes de julio, tras su abdicación, cuando el Parlamento aprobó la reforma legal para incluirle en el grupo de miembros de la Familia Real que sólo pueden ser juzgados por este tribunal
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