Madrid, 14.06.15.- Un equipo médico ha operado a una
mujer de California de 32 años de cáncer cervical después de que los facultativos
hayan confundido sus tatuajes con tumores en las imágenes del escáner. Los
doctores descubrieron en el escáner unas áreas brillantes en los ganglios
linfáticos, lo que sugería que el cáncer se había extendido. Pero solo después
de la cirugía descubrieron que la razón real para esos puntos brillantes era
los tatuajes.
La mujer, madre de cuatro hijos,
fue diagnosticada con un cáncer cervical. Cuando acudió a su médico para ver
cómo evolucionaba su caso, le hicieron un escáner. Ahí, los médicos creyeron
que el cáncer se había extendido y procedieron a operarla, quitándole el útero,
las trompas de Falopio, el cuello uterino y los ganglios linfáticos, según informa
Live Science y recoge telecinco.es.
Cuando los médicos examinaron las
células de los ganglios linfáticos extraídos bajo el microscopio se dieron
cuenta de que contenían depósitos de tinta de tatuaje, no tumores. La mujer
tenía más de 14 tatuajes en sus piernas.
“Aquellos ganglios linfáticos que
brillaban bajo el escáner lo hacían por el pigmento del tatuaje que estaba
dentro de esos ganglios”, explica el coautor del estudio publicado en la
revista de Obstetricia y Ginecología, el doctor Ramez Eskander, profesor
clínico asistente de oncología ginecológica en la Universidad de
California, Irvine Medical Center, que trató a la mujer.
Existen informes anteriores de
extensión de la tinta de los tatuajes en los ganglios linfáticos en pacientes,
que han sido vistos en escáneres, pero en pacientes con cáncer de mama y
melanoma. Es la primera vez que se ve en un paciente con cáncer cervical,
indica Eskander.
Al publicar este extraño caso, el
doctor Eskander explica que “queremos asegurarnos que la gente entiende que los
falsos positivos pueden aparecer en pacientes con tatuajes”.
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