La Policía Judicial de la Guardia Civil ha abierto una investigación sobre la profanación de tres tumbas en el cementerio de Cartaya, hechos que podrían formar parte "más bien de una gamberrada, que de alguna práctica satánica".
Mientras tanto, el alcalde de la localidad, Juan Antonio Millán (PSOE), ha llamado a la calma a los vecinos tras este suceso, que tuvo lugar entre los días 2 y 4 de enero, después de que unos desconocidos "entraran en el cementerio saltando una tapia por unas escaleras".
En concreto, han resultado dañadas tres lápidas aleatorias, "profanando los restos humanos, jugando con los mismos y dejando algunos de ellos junto a los nichos".
La Guardia Civil busca a los culpables de este incidente y las diligencias, que han sido trasladadas al Juzgado número 3 de Ayamonte, continúan abiertas por un delito de violación de sepulturas y profanación de cadáveres.
En cualquier caso, la Benemérita ha insistido en que todo apunta "a una gamberrada de jóvenes y no a ningún tipo de acto satánico, por la situación en la que quedaron las lápidas".
Por su lado, el alcalde de Cartaya, quien ha hecho un llamamiento a la calma, ha informado a las familias de la situación tras lo sucedido, así como ha procedido a restaurar las lápidas que se han visto afectadas y que al parecer podrían haber sido seleccionadas al azar, ya que no hay relación alguna entre ellas y ni siquiera se ubican en la misma zona.
Por motivos relacionados con la propia investigación, el Camposanto permaneció cerrado durante la mañana de ayer, y la Guardia Civil continúa realizando las investigaciones oportunas para aclarar lo sucedido.
Mientras tanto, el alcalde de la localidad, Juan Antonio Millán (PSOE), ha llamado a la calma a los vecinos tras este suceso, que tuvo lugar entre los días 2 y 4 de enero, después de que unos desconocidos "entraran en el cementerio saltando una tapia por unas escaleras".
En concreto, han resultado dañadas tres lápidas aleatorias, "profanando los restos humanos, jugando con los mismos y dejando algunos de ellos junto a los nichos".
La Guardia Civil busca a los culpables de este incidente y las diligencias, que han sido trasladadas al Juzgado número 3 de Ayamonte, continúan abiertas por un delito de violación de sepulturas y profanación de cadáveres.
En cualquier caso, la Benemérita ha insistido en que todo apunta "a una gamberrada de jóvenes y no a ningún tipo de acto satánico, por la situación en la que quedaron las lápidas".
Por su lado, el alcalde de Cartaya, quien ha hecho un llamamiento a la calma, ha informado a las familias de la situación tras lo sucedido, así como ha procedido a restaurar las lápidas que se han visto afectadas y que al parecer podrían haber sido seleccionadas al azar, ya que no hay relación alguna entre ellas y ni siquiera se ubican en la misma zona.
Por motivos relacionados con la propia investigación, el Camposanto permaneció cerrado durante la mañana de ayer, y la Guardia Civil continúa realizando las investigaciones oportunas para aclarar lo sucedido.
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