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| (FFFClub) |
Tal día como ayer hace un año, en la habitación de un hotel de San Petersburgo, dejaba de latir el corazón de Bobby Farrell. Fallecía el hombre de los bailes imposibles en uno de los grupos que más hizo bailar al mundo allá por los 70 y 80: Boney M.
Aunque para la mayoría era la voz grave que sonaban en las canciones que popularizó la banda, Farrell nunca cantó. Ni falta que le hizo, ya que la originalidad de sus bailes y su vitalidad sobre el escenario eran reclamo más que suficiente para el público. El productor y creador del grupo, el alemán Frank Farian, como conocen sobradamente sus fans, era quién realmente ponía su voz, modulada en un estudio, en aquellas canciones que se convirtieron en himnos discotequeros hace décadas, como conocen sobradamente sus fans. El carismático bailarín falleció pero su imagen sigue más viva que nunca. En el recuerdo de quienes crecimos con su música.
Aunque para la mayoría era la voz grave que sonaban en las canciones que popularizó la banda, Farrell nunca cantó. Ni falta que le hizo, ya que la originalidad de sus bailes y su vitalidad sobre el escenario eran reclamo más que suficiente para el público. El productor y creador del grupo, el alemán Frank Farian, como conocen sobradamente sus fans, era quién realmente ponía su voz, modulada en un estudio, en aquellas canciones que se convirtieron en himnos discotequeros hace décadas, como conocen sobradamente sus fans. El carismático bailarín falleció pero su imagen sigue más viva que nunca. En el recuerdo de quienes crecimos con su música.
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