Sevilla, 10.12.14.- Ha tenido que venir un hombre que trata de subsistir vendiendo pañuelos en los semáforos de Sevilla, nigeriano por más señas, a decirnos que aún queda gente buena. Que no todo está perdido en este mundo de recortes, desahucios y chorizos con cara de políticos, no todos, ciertamente.
El inmigrante se ha convertirlo sin pretenderlo en un hermoso cuento de Navidad, real como la misma, después de entregar a la Policía una cartera con 3.150 euros en efectivo, seis cheques por valor de 13.000 euros y diversa documentación, que encontró en el techo de un vehículo.
Los hechos ocurrieron el pasado 3 de diciembre, tras lo que los agentes iniciaron las gestiones oportunas hasta dar con el paradero del propietario de la extraviada cartera. Se trata de un vecino de Sevilla de 42 años de edad que se comprometió a agradecer personalmente al nigeriano el civismo demostrado.
El vendedor de pañuelos se llama Peter Angelina, Pedro para quienes le conocen en Sevilla, y es médico, aunque su título, de la Universidad de Lagos, no puede ser convalidado en España. Por eso, ni corto ni perezoso, estudia Medicina desde hace cinco años en la facultad sevillana. Con lo que saca con la venta de pañuelos se paga los estudios. A su llegada a la capital andaluza también trabajó como profesor de inglés en un colegio y hasta colaboró con Los Morancos en uno de sus programas de televisión.
Pedro, que es muy religioso, apenas tiene tiempo para atender a los medios. Y cuando los periodistas aluden a su bondad dice que no, que el bueno es Dios.
(Texto y foto: www.huelvahoy.com)
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