Chusca peripecia

Se nos ha caído un mito tras enterarnos que el FBI ha difundido varias imágenes de Usama Bin Laden, líder de Al Qaeda, recreando el aspecto que tendría el terrorista más buscado con unos años de más, menos barba o incluso vestido de occidental. Para uno de estos retratos robot han usado algunos de los rasgos faciales del diputado de IU Gaspar Llamazares, una chapuza más propia de las viñetas de Mortadelo y Filemón que la todopoderosa policía federal, tal y como recoge en su blog Miguel Angel Vázquez.
Conocida esta chusca peripecia, el Gobierno de España, a través de cauces diplomáticos, ha trasladado sus quejas a las autoridades estadounidenses. Éstas han recogido el guante y han expresado sus disculpas al ínclito Llamazares desde su embajada. El propio FBI ha asumido su fallo, aunque lo achaca a un error humano de un artista forense. Siempre es bueno que haya niños para echarles la culpa.
Yo también comparto buena parte de las reflexiones de Llamazares en su sucinta valoración del incidente: la foto quizá le pueda causar complicaciones en el futuro y, sobre todo, la indefensión y las molestias que habría generado un caso similar a un ciudadano anónimo. A los servicios de seguridad de la primera potencia mundial se les ha de exigir más profesionalidad y menos extravagancias. Los derechos individuales no pueden ser aplastados por la necesaria lucha contra el terrorismo.