Dos meses y medio a la espera del nombramiento de los nuevos delegados provinciales de la Junta

Dos meses y medio después de la toma de posesión de José Antonio Griñán como presidente de la Junta, el Consejo de Gobierno sigue aún sin aprobar el decreto que debe organizar la nueva estructura periférica de la administración autonómica y, en consecuencia, permitir los nombramientos de los nuevos delegados provinciales.
Todo apunta que dichos nombramientos tendrán lugar con vistas a la celebración de los próximos congresos del PSOE en Andalucía. Precisamente, desde el sector crítico se afirma que la Junta usará la designación de los nuevos delegados provinciales para terminar de inclinar las balanzas de los congresos provinciales en favor de los oficialistas.


Días después de su investidura, Griñán, forzado por la crisis y de la mano de IU, su socio de gobierno, anunció la reducción del número de delegados provinciales en un 50 por ciento. Así, se pasará de los doce actuales a seis.

Se da la circunstancia de que la reducción en el número de consejeros provoca que algunos de ellos reúnan competencias todavía atribuidas a varias delegaciones. Por ello, a algunos de los actos públicos que protagonizan consejeros acuden a la vez varios delegados, cuyas labores pertenecen ahora a una misma consejería.