Santa Ana ha procesionado por las calles de su pueblo: Gibraleón, del que es Patrona. Las calles han tenido más vida que nunca. Y color. Y música. Al pasar por la plaza que lleva su nombre, y que tantos recuerdos trae a quien suscribe, la santa ha vuelto a mirar, frente a frente, a esa escultura que lleva su nombre.
Como prueba de su devoción, algunos vecinos han vuelto a depositar flores a su paso por la puerta de sus casas.
Santa Ana, de la dicen los apócrifos que es la madre de la Virgen María y abuela de Jesús, sabe que despierta ternura y cariño en su pueblo, ese que se ha echado en masa.
Como prueba de su devoción, algunos vecinos han vuelto a depositar flores a su paso por la puerta de sus casas.
Santa Ana, de la dicen los apócrifos que es la madre de la Virgen María y abuela de Jesús, sabe que despierta ternura y cariño en su pueblo, ese que se ha echado en masa.
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