viernes, 14 de septiembre de 2012

TVE le baja el sueldo a Mariló Montero a la mitad

Siempre me pareció una indecencia que las ‘estrellas’ de los medios cobrasen cifras astronómicas y profesionales de sus equipos, sin embargo, sufrieran serios apuros para llegar a fin de mes. En el mejor de los casos.
Ahora le ha tocado el turno del recorte a Mariló Montero, la presentadora de La 1 tan de moda estos días por la mala leche que derramó en la entrevista que hizo a Anne Igartiburu.
Y tal vez éste el motivo de su actitud en dicho programa, que no la justifica desde luego.
La conductora del magacín matinal habría pasado de cobrar 1.200 euros por programa, a 600, dentro de la política de reducción salarial a ‘estrellas’ en la televisión pública. Su contrato vence el próximo mes de diciembre.

En Vertele.com se cuenta así:

Tras la tensa entrevista que Mariló Montero hizo a Anne Igartiburu este lunes, con gran notoriedad en los medios, muchos se preguntaban: ¿Qué le pasa a la presentadora de La Mañana de La 1 para tener ese comportamiento con su colega de cadena? Una bajada de sueldo a la mitad podría ser la respuesta, según publica hoy El Mundo.es y ha confirmado también Vertele por fuentes de la cadena pública.
La explicación que circula por los pasillos de Prado del Rey es que a Montero "se le fue de las manos, ya que no se conoce ningún problema entre ambas". Personas cercanas a Montero reconocen que ésta llamó a Igartiburu para pedir disculpas por lo sucedido, tal y como ya les contamos.
Mariló Montero sufre un recorte de sueldo del 40%
Desde TVE explican que Montero, que acaba contrato con la pública a finales de este año, ha sufrido especialmente los recortes de sueldo que se ha aplicado a los presentadores de la pública. El 25%, en el caso de Montero, se ha disparado hasta una cifra por encima del 40%.
De 1.200 euros a 600 euros por programa
Según fuentes de la plantilla, la conductora de La Mañana de La 1 cobraba alrededor de 1.200 euros por programa, una cantidad que se ha reducido a poco más de la mitad. Montero, según estas fuentes, que ahora cobra poco más de 600 euros por espacio, habría pagado su malestar con uno de los rostros más mimados de la cadena, Igartiburu, que promocionaba durante la controvertida entrevista su nuevo magacín de tarde '+Gente'.
Igartiburu, que al igual que Montero no forma parte de la plantilla de la pública, también ha sufrido recortes en su sueldo, aunque no tan drásticos. Según fuentes de la pública, Igartiburu cobraba alrededor de 200.000 euros al año por 'Corazón', pero a esa cantidad había que sumar las galas, entre las que se encuentran habitualmente las campanadas. Estos programas puntuales le reportaban al año una suma superior.
Santiago González le habría prometido la tarde, según Mariñas
Por otro lado, Jesús Mariñas explica en La Razón otra de las razones del "enfado" de Mariló. Santiago González, exdirector de TVE, le había prometido un programa para la tarde en La 1: "[...] le fastidió, quizá porque se lo habían prometido cuando allí mandaba su novio, Santiago González, directivo de TVE. Una conducta impropia, chocante y casi hilarante por lo que evidencia de celos y fastidio.
Mariló Montero no ha vuelto este curso con el respaldo de audiencia
Además de la bajada de sueldo, entre otros de los motivos del malestar de Mariló Montero podría estar la discreta audiencia con la que ha vuelto el magacín matinal que presenta en La 1. La Mañana ha regresado esta temporada con cuotas de pantalla que oscilan entre el 6% y 8% de share, lejos del 11-12% que obtenía el pasado curso, y ampliamente superada por sus principales competidoras, Ana Rosa Quintana (Telecinco) y Susanna Griso (Antena 3).
Anne Igartiburu: "Somos compañeras de cadena y no quiero decir más"
Montero ha declinado responder a Vertele, mientras que Igartiburu prefiere dejar a un lado toda polémica: "Somos compañeras de cadena y no quiero decir más. Fui simplemente de invitada y estoy super a gusto en TVE", ha manifestado la presentadora de '+Gente'", ha contado al diario El Mundo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mucho sueldo me parece aún, 600 euros y pico... Ya le vale

Rak dijo...

A mi por lo menos no me convence la explicación de la Montero, se la sigue viendo estirada...

POR MONTERA
Una explicación
MARILÓ MONTERO | ACTUALIZADO 15.09.2012 - 07:58
10 votos

POR una vez, de forma excepcional, necesito hablar de mi persona en este artículo de los sábados. Lo hago por necesidad de confesarme y empujada por el protagonismo involuntario que provoqué y que tuvo amplia repercusión en casi todos lo medios de comunicación, pasillos, calles, oficinas, espacios públicos y privados. Asumo el morbo que provocó mi conversación con Anne Igartiburu en el programa La mañana de la 1. Acepto todas las críticas que se han hecho. Me cuesta más trabajo aceptar otro tipo de falsas e injuriosas insinuaciones sobre mi intimidad. Pero comprendo que soy un personaje público y estoy expuesta a todo tipo de miradas.

He dejado pasar los días en silencio, por respeto al trabajo periodístico de mis colegas de los diarios impresos, de las emisoras de radio, televisión, de los medios digitales. Han informado con libertad y con toda libertad calificaron la entrevista que le hice a mi compañera Anne. Hoy, reposado el criterio, necesito decir varias cosas. Necesito confesar mi pecado: confundir intensidad con agresividad y trasladar a una entrevista pública términos y expresiones sólo entendibles en una conversación privada. Y necesito reafirmar con este artículo algunos de mis principios éticos: como profesional de la comunicación, defenderé siempre que los errores sean reconocidos, que los ataques injustos a las personas y a su fama deben ser reparados y que la rectificación es un derecho de los perjudicados, y no un privilegio del comunicador.

Desde esos principios, reconozco ante quienes me honran con su lectura habitual que el tono de mi conversación con Anne ha sido un error; error de un día; de unos minutos de un día. Digo más: un error difícilmente explicable, porque si algún sentimiento tengo ante mi compañera es el de admiración por su trabajo diario y enorme respeto a su trayectoria profesional. Y no me conformo con decir que tuve una mala mañana, que es la única justificación razonable. Me exijo a mí misma el reconocimiento de que expresé una agresividad que no se corresponde con mi talante (quienes me conocen lo saben), ni con los méritos profesionales de Anne. Por esa razón, inmediatamente después del programa la llamé por iniciativa propia y necesidad personal. Y no le pedí disculpas. Le pedí perdón, porque es más justo que pedir disculpas. El perdón implica arrepentimiento junto al deseo de recibir del ofendido el regalo de que lo conceda.

Y hoy escribo y publico estas líneas para extender mi solicitud de indulgencia a todos aquellos que se hayan sentido agraviados, a mis compañeros, a mi familia, amigos, conocidos y a ustedes, lectores de estos artículos. Sé que han tenido dificultades para defenderme. Y pido perdón a RTVE, a todos sus espectadores de España y del Canal Internacional, porque es un medio de profesionalidad impecable y repleto de profesionales ejemplares. Entre ellos, y quizá a su cabeza, Anne Igartiburu.