Gibraleón, 17.05.14.- Casi a la par que los primeros rayos de sol iluminaban la iglesia de Santiago se escuchaban los primeros cohetes. En pocos minutos se inundaron los aledaños del templo, cuyas puertas se abrieron de par en par, y el pueblo recibió con vivas a San Isidro. Ahí comenzó la fiesta después de un año de espera.
Durante todo el fin de semana, el Santo se dejará llevar por panturranos que recorrerán todo el pueblo, por calles donde la generosidad de sus residentes hará que desde balcones, azoteas o puertas se lancen roscas, alimentos y cualquier otro tipo de regalos.
Y también en esta fiesta el visitante encontrará otra de las señas de identidad de la localidad: la hospitalidad. No hay peñas ni casetas cerradas. Eso sí, las puertas de muchas casas se abrirán para que aquel que lo desee pueda comer y beber.
La primera parada del Santo fue ante la sede de la Asociación de Obras Cristianas, que entregó 700 bolsas de fruta a los asistentes.
Hasta bien entrada la noche del domingo no se conocerá el nuevo hermano mayor. En esta ocasión, la joven María Medina, de 17 años de edad, es la hermana mayor. La más joven de toda la historia de la hermandad del Patrón de los labriegos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario