Prueba de ello es el montaje que circula por WhatsApp con una frase inspirada en una conocida sevillana. “Almonteño déjame que yo ‘pa Siria me la lleve’. En la imagen puede verse una chica ataviada con el traje de gitana frente a otra con atuendo árabe.
El montaje, que suscitará reacciones para todos los gustos, forma parte del revuelo que se ha montado tanto en dicha localidad como en el resto de la provincia –e incluso del país- tras conocerse que esta conversa al islam procede de una familia cristiana y apenas habla árabe, entre otros datos curiosos de este caso.
Mientras tanto, el juez Santiago Pedraz ha enviado a prisión a la citada joven que fue arrestada en la noche del pasado lunes, cuando estaba a punto de viajar a Siria para integrarse en Daesh, autodenominado Estado Islámico, aunque ha alegado que pretendía desplazarse a Turquía para estudiar.
Según han informado diversas fuentes jurídicas, la joven está imputada de un delito de terrorismo por su intención de viajar para luchar junto al Daesh y de otro de colaboración con organización terrorista porque iba a entregar en Siria a otra persona un pasaporte español que consiguió de un amigo.
Eso sí, ha reconocido ante el juez de la Audiencia Nacional que se convirtió al islam hace un año y se tuvo que marchar luego de casa de sus padres porque le instaron a irse si no dejaba esa religión.
De igual modo, ha señalado que usaba, según las mismas fuentes, redes sociales como Facebook y Twitter y programas de intercambio de mensajes como Whattsapp y Surespot (este utiliza un sistema encriptado y es habitual su uso entre los terroristas yihadistas) para adoctrinarse en el radicalismo islamista y compartir esa ideología.
Durante su declaración, ha afirmado al juez que su idea era viajar a Turquía para estudiar y que allí iba a reunirse con una persona, aunque ha dicho desconocer que su contacto estuviera vinculado al Daesh.
Cuando se la detuvo en el aeropuerto madrileño se le requisó un pasaporte de un amigo suyo, al que, según ha dicho, le pidió que se sacara el documento para ver cómo eran los pasaportes españoles, aunque los investigadores creen que o bien se lo iba a entregar a otra persona del Daesh para que lo usara, o bien lo iba a utilizar la organización para labores de falsificación.
La Guardia Civil ha imputado también a la persona que le entregó el pasaporte y tiene previsto tomarle declaración, tras lo que pasará a disposición del juez Pedraz, que mantiene secreta la investigación.
También se le intervinieron dos teléfonos móviles, uno de ellos a su nombre y otro que arrojó al váter en el momento de su arresto.
Los agentes están ahora intentando recuperar el dispositivo para analizar la información que contiene, como posibles contactos relacionados con la organización terrorista.
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