domingo, 12 de junio de 2016

Rezos y pétalos por los 75 años de Dolores

Gibraleón, 12.06.16.- A las seis y media de la mañana comenzaba el repique de campanas, tras lo que las puertas de la iglesia de Santiago en Gibraleón se abrían de par en par, media hora después, para la salida de la Virgen de los Dolores, que presidió el rezo del Rosario de la Aurora por calles adyacentes.

Se trata de uno de los actos y cultos enmarcados en la conmemoración del 75 aniversario de la bendición de la venerada dolorosa, de la que es autor el imaginero sevillano Antonio Bidón Villar, y que es uno de los titulares de la Hermandad del Santo Entierro, que procesiona cada Viernes Santo por las calles olontenses.

A lo largo del rezo, que se prolongó por espacio de dos horas, los fieles que siguieron a la ‘Reina’, no dejaron de piropearla.

Uno de los momentos más intensos fue cuando, en la empinada calle Villadentro, fue introducida en la Casa Hermandad de dicha cofradía para, a su salida, lanzarle pétalos.

Hacia las nueve de la mañana se inició la eucaristía, tras la que tuvo lugar un desayuno de convivencia en la plaza de Santiago, a las puertas de la ‘catedral’, como llaman algunos cofrades al citado templo olontense.

El presidente de la hermandad, Jesús Calvo Donaire, se mostró satisfecho tras las muchas personas que habían acompañado a la Virgen en su recorrido.

Por su lado, Eva de la Rosa, miembro de la cofradía y una de las cargadoras, destacó el mucho cariño que los olontenses le profesan a la Virgen.

Dentro de este 75 aniversario se incluye una salida en procesión extraordinaria que tendrá lugar el próximo mes de septiembre.

La talla de la Virgen, con 1,50 metros de altura, nos muestra a una angustiada representación de María con de facciones idealizadas en intensa expresión de dolor que no deforma su belleza.

De igual modo, la imagen tiene la cabeza reclinada ligeramente a la derecha con cejas poco fruncidas, ojos de cristal con lágrimas que corren por sus mejillas, dos en la izquierda y una en la derecha, mostrando nariz clásica semítica, de tipo afilado.

Las manos están abiertas y suelen portar un manípulo de encaje a la derecha y un rosario de cuentas en la izquierda.

La talla fue encargada en el año 1940, y procesionó por primera vez en la Semana Santa de Gibraleón de 1941. Fue costeada por la familia Martín – Cano Pizarro, que la cedió a la hermandad en su reorganización, tras la destrucción de la antigua talla en la Guerra Civil de 1936.

Por clamor popular, recibió la Medalla de Oro de la Villa en el año. Cabe destacar que se celebra su festividad el Viernes de Dolores con el Tradicional Solemne Besamano y el 15 de Septiembre en la conmemoración de los Siete Dolores de la Virgen con una salida procesional por algunas calles de la localidad.

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