La mujer de Santiago del Valle se desdice y acusa ahora a su cuñada de matar a Mari Luz

Ha permanecido oculta desde que puso los pies en la calle hace siete meses, después de cumplir una condena de dos años y dos meses por hacer la vista gorda mientras su marido, Santiago del Valle, abusaba sexualmente de sus hijos menores de edad.
En la cuenta atrás del juicio contra el pederasta por el crimen de la pequeña Mari Luz Cortés, que se abre el próximo miércoles en la Audiencia Provincial onubense, Huelva Información descubre el lugar en la que ha permanecido la mujer del presunto asesino, Isabel García, testigo clave para mantener la acusación contra Del Valle en la que va a ser la vista más medíatica y seguida de las últimas décadas.
García da una nueva vuelta de tuerca y adelanta, en una amplia entrevista a este diario, su declaración en el juicio (comparecerá en la tarde del 16 de febrero, horas después de su marido).
En contra de lo manifestado hasta ahora, según informa Rosa Font, la mujer se desdice de las acusaciones contra Santiago del Valle, al que delató e incluso acusó de mantenerla amenazada durante años, y hace piña con él para guardarle las espaldas y darle una coartada.
García hace frente común con su marido frente a su cuñada, Rosa del Valle, a la que señala como autora material del crimen de Mari Luz. "Mi cuñada me confesó que se había cargado a la niña, que le ofreció chucherías cuando pasó por la puerta, la subió y en un intento de meterla en la casa, se le fue de la mano y se cayó rodando por la escalera", relata. "Rosa ha cometido un crimen y nos metió a mi marido y a mi. Si sale, que se dé por muerta, que a mi no me importa mancharme las manos".