Mirando al mar, o a la mar...

Las ciudades portuarias deben mirar al mar, o a la mar, como gusta decir en aquellas donde gran parte de su población depende de la actividad pesquera.
En Isla Cristina, por ejemplo, sus gentes saben que no se puede vivir de espaldas al mar, porque sencillamente forma parte de su existencia.
Su Lonja pesquera ha logrado convertirse en un atractivo turístico tras consolidarse como una de las más importantes del país en cuanto a recepción de pescado fresco.
Huelva tiene entre sus asignaturas pendientes la de acercarse e implicarse aún más con esa ría a la que algunos se han conformado con cantarle ese pasodoble que cantan o bailan de año a año cuando llegan las Colombinas.
Por eso, creo acertado que el Puerto de Huelva haya puesto en marcha un concurso de ideas para la reordenación de la zona norte del Muelle de Levante y que ha ganado el proyecto 'Dike2', elaborado por un equipo multidisciplinar que ha dirigido el arquitecto José Álvarez Checa.
Ilusionante y espectacular son dos adjetivos que pueden aplicarse a esa obra para la que el Puerto de Huelva no debería escatimar esfuerzos a la hora de hacerla realidad.