El abandono de la casa de descanso de Juan Ramón Jiménez podría tener los días contados

El estado de abandono de la casa de descanso de Juan Ramón Jiménez, amenazada al no contar ahora con protección patrimonial alguna tras dejar de ser un Bien de Interés Cultural (BIC), puede tener los días contados si la intención del nuevo alcalde de Moguer, el socialista Gustavo Cuéllar, fructifica, según informa hoy Elena Llompart en Huelva Información.
A la espera de que el delegado de Cultura, Juan José Oña, se pronuncie sobre la situación en la que ha quedado Fuentepiña por el fallo administrativo cometido por su administración, que ha propiciado la anulación de la declaración al no notificarla en tiempo y forma a la propietaria en 2004, Cuéllar ya ha explicado que su intención es negociar con la dueña, Elisa Hernández-Pinzón Pérez-Ventana, una nueva alternativa que ponga punto y final a la actual situación: el alquiler de este valioso espacio juanramoniano.
Según señaló, su intención es agotar todos los cauces posibles para tratar de poner en valor la finca, planteando la fórmula del arrendamiento con el objetivo final de incluirla en el itinerario sobre su vida y obra, una ruta que también quiere recuperar.
De esta forma, Moguer volvería a contar con un espacio que desde hace muchos años está cerrado a cal y canto y se deteriora día a día a pesar de que su importancia es capital en las composiciones del poeta, al evocarlo continuamente en obras como Platero y yo. El contacto con esos campos y la naturaleza le hacían superar sus etapas de depresión y tal vez por eso o por la belleza y las vistas del paraje es por lo que Juan Ramón decidió enterrar a su amado Platero junto a la casa, bajo el redondo pino centenario.
Por otra parte, cuatro años después de su marcha, el Ayuntamiento de Moguer volverá a formar parte de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, según anunció el regidor. Cuéllar ya dejó claro durante la campaña electoral su intención de que el municipio volviera a formar parte cuanto antes de esta institución y el próximo jueves, a propuesta suya, esta sugerencia llegará al pleno, donde saldría adelante al contar con el apoyo de los grupos.
La Fundación es hoy por hoy un consorcio administrativo constituido únicamente por la Diputación Provincial y la Consejería de Cultura, ya que hace cuatro años el Ayuntamiento moguereño, que era miembro nato, la abandono ante la "politización" que hacía el PSOE de la figura del premio Nobel y la "falta de respeto" que demostraba hacia los moguereños. Al frente del equipo de gobierno local estaba entonces el popular Juan José Volante.
Lo hizo en 2007, durante la reapertura de la Casa-Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez, que había sido restaurada, y ante la presencia del entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, con lo que la polémica fue notable.
De momento, mientras el Ayuntamiento de Moguer cuenta los días para incorporarse al consorcio y a la espera de de que se abra una posible negociación con la propietaria para arrendar Fuentepiña, el director de la Fundación, Antonio Ramírez Almansa, prefiere no hacer declaraciones.
Sin embargo, fuentes de la Fundación -que insisten en que se trata de una entidad sin ánimo de lucro- puntualizan que al ser Fuentepiña una propiedad privada y al haber existido un litigio entre sus dueños y la Junta, lo oportuno es mantenerse totalmente al margen. Sin embargo, desde la distancia, siempre han estado pendientes del estado de abandono del paraje y es evidente que celebrarían -y mucho- su pronta recuperación y puesta en valor.