Esta muestra de rechazo se une a la del Ayuntamiento de Isla Cristina, que aprobó por unanimidad en un pleno celebrado a finales de 2010 trasladar al Parlamento Andaluz y a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta su deseo de que este espacio continuase llevando el nombre de Marismas de Isla Cristina, lo que ha sido apoyado por decenas de personas en las redes sociales.
Nanclares Fragoso recuerda que el Golfo de Cádiz se extiende entre el de San Vicente y el Estrecho de Gibraltar, recorriendo el litoral del Algarve, Huelva y Cádiz, y "a nadie se le ha ocurrido cambiar su nombre".
Al igual que el Golfo de Vizcaya, que comienza en Galicia y finaliza en Francia, pero todos los gestores de las zonas que recorre entienden que el nombre que lleva es acertado.
El rechazo isleño a la propuesta ayamontina para la nueva denominación del Espacio Natural Marismas de Isla Cristina, ha sido reavivado por la confusa noticia publicada por una agencia y recogida solo por algunos medios en los que da por hecho dicho cambio, aunque después se dice que es una posibilidad que estudia el Parlamento Andaluz en estos momentos.
La Agrupación Local del PSOE de Isla Cristina ha aplaudido la decisión del equipo de Gobierno socialista del Ayuntamiento de tomar la iniciativa a la hora de defender los intereses de la ciudad por encima de todo.
El Espacio Natural Marismas de Isla Cristina, que forma parte desde el año 1989 en el inventario de los Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, es para los isleños una de sus principales joyas naturales y turísticas.
Este espacio cuenta con una superficie de 2.145 hectáreas, repartidas entre los municipios de Ayamonte e Isla Cristina y posee una rica variedad de especies de flora y avifauna.
La superficie de Isla Cristina ocupada por rías, esteros y marismas es de 1.242 hectáreas, es decir, más de un 25% de su término municipal.
La riqueza medioambiental de Isla Cristina es, precisamente, uno de los aspectos más valorados por los turistas que visitan nuestro municipio, y que se declaran fervientes admiradores no solo de los 12 kilómetros de playa de que dispone la localidad, distinguidas con banderas azules y otros reconocimientos de calidad, sino también de sus extensos pinares, de sus marismas y de otros muchos atractivos.
Para estimular el turismo medioambiental, desde el Ayuntamiento, según se recuerda desde el mismo, se han puesto en marcha también rutas ornitológicas y de puestas de sol o en kayacs, entre otras iniciativas similares.
El Consistorio isleño aboga por un desarrollo turístico sostenible, basado en un estricto respeto al medio ambiente. De ahí que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado al comienzo de la presente legislatura, haya tenido muy en cuenta este aspecto.
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