sábado, 30 de julio de 2011

Un telegrama desde el cielo

Florencio Aguilera recibió desde el cielo un telegrama de su padre, Rafael. Y lo leyó en la inauguración de su última exposición. En la misiva, el fallecido, en compañía de Sorolla, recordaba cuando ambos -padre e hjo- compartían la misma devoción. Y la llevaban al lienzo.
La ocurrencia del artista, que expone estos días parte de su obra junto con la de su padre y de su hijo Chencho, fue puesta en escena con la misma naturalidad con la que la magia recorre los rincones del Patio de la Jabonería, y hace que en este espacio la pintura y la música formen una perfecta simbiosis. La misma naturalidad con que el pintor más torero que ha dado Ayamonte hace que se quede pequeño el lugar donde expone, la misma con la que en estos 50 años que cumple en la pintura ha demostrado que es un artista. Un maestro. Único.

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