Aunque todos los que han sonado como posibles candidatos del PP de cara a las próximas elecciones andaluzas han dicho o dirán que están a disposición del partido, la mayoría se ha autodescartado para ello.
Tal vez la hegemonía del PSOE que anuncian las encuestas en la comunidad obliga a más de uno a reflexionar una y otra vez sobre los riesgos de dar un paso al frente. Nadie quiere lanzarse a una aventura que, de antemano, dan por perdida.
El camino se presenta expedito para alguien que no le hace ascos a la posibilidad (cada vez con más visos de hacerse realidad) de ser candidato: el actual secretario general de los populares andaluces.
José Luis Sanz, hombre bien conectado con Cospedal, reconoce que la dirección nacional del partido se halla inmersa estos días en una ronda de consultas con los responsables regionales y provinciales para buscar al sustituto de Juan Ignacio Zoido como líder de la formación en Andalucía y candidato a los comicios autonómicos.
Y, ni corto ni perezoso, Sanz ha puesto su trabajo de alcalde en el Ayuntamiento sevillano de Tomares como ejemplo de buena gestión y no ha ocultado su deseo de ser candidato. “Actuaré con responsabilidad en función de lo que decidan mis compañeros de partido”, dice.
Forjado en la cantera de Javier Arenas, Sanz es el polo opuesto del todavía número uno en Andalucía. Si a Zoido se le considera campechano y extrovertido, el secretario general es un hombre retraído, lejano, de frecuentes silencios y expresión inalterable. El impávido, que le llaman algunos.
Como aval para su posible designación como candidato cuenta su gestión en la Alcaldía de Tomares, que le valido reiteradas mayorías absolutas y la bendición, que no es poco, de Cospedal y, por tanto, del propio Rajoy.
Sin embargo, en su partido algunos destacan que aún no es alguien con tirón popular en Andalucía y eso, a estas alturas, podría ser un hándicap. ¿Candidato a la vista? Ya veremos.
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