miércoles, 19 de noviembre de 2014

Abandono, suciedad e insalubridad en la antigua cárcel de Huelva








Huelva, 19.11.14.- La antigua prisión de Huelva ha pasado de ser un ‘centro social okupado y autogestionado’, denominación de algunos colectivos, a ofrecer no solo una imagen de abandono y suciedad sino un foco de insalubridad que salta a la vista nada más acceder por su puerta principal, abierta a cualquier transeunte.

La dejadez institucional hizo el 23 de febrero de 2013 que el movimiento okupa ‘indultase’ el majestuoso edificio, cuyas paredes fueron testigos de vejaciones a republicanos y homosexuales. Y a lo largo de este último año se han desarrollado en sus instalaciones desde ciclos de cine y conciertos con fines solidarios hasta talleres, cursos o coloquios.


Ahora, sin embargo, el hedor anuncia al visitante, nada más abrirse la puerta principal, que las viejas instalaciones han atraído también a quienes tratan de subsistir con la venta de la chatarra o a quienes no dudan en hacer allí mismo sus necesidades fisiológicas.

De igual modo, el autor del reportaje no ha encontrado okupa alguno al menos en las dependencias a las que se accede desde dicha puerta.

Por otro lado, desde su fachada puede adivinarse fácilmente el progresivo deterioro de la antigua cárcel, señalizado recientemente como ‘Lugar de Memoria Histórica’, lo que ha llevado al responsable de Memoria Democrática (antes Histórica) de la Junta, Antonio Marín, a pedir al Gobierno central que ceda a la Administración autonómica su uso o, al menos, se comprometa a mantenerlo en condiciones razonables de conservación.

El responsable institucional explicó que esta distinción obliga a que el centro deba ser sometido a determinadas condiciones de conservación, como se hace con la catalogación de cualquier inmueble como Bien de Interés Cultural (BIC).

Marín, en una amplia entrevista que emitirá el programa ‘Sobresalientes’ de Canalcosta TV a las 22.00 horas de este jueves, consideró acertado la catalogación del antiguo centro penitenciario como ‘Lugar de Memoria Histórica’ en base al sufrimiento de muchos de los reclusos que albergó sólo por tener una determinada ideología política o condición sexual.

La dejadez institucional en relación a este centro ha causado la indignación de la ciudadanía, desde la que, en los últimos años, se ha propuesto, una vez rehabilitadas sus instalaciones, diversos usos.

Así, desde la fundación Triángulo, que defiende los derechos del colectivo Lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB), se ha sugerido que parte de sus dependencias puedan reconvertirse en sede de colectivos sociales. Otros proponen que recobren vida de la mano de actividades formativas y/o culturales.

Este inmueble, ubicado en la avenida Federico Molina de la capital, ha sido también objeto de innumerables debates políticos que han caído en saco roto. Diversas informaciones apuntan, por otro lado, que desde el año 2006, la cesión del edificio y del suelo está pendiente del pago por parte del Ayuntamiento de 2,2 millones de euros a la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (SIEP).

De igual modo, tendría que ser el Consistorio onubense el que, además, debería costear la rehabilitación y reconversión del espacio.

Tal y como están en la actualidad las arcas del Ayuntamiento onubense, el horizonte para la transformación del edificio se antoja bastante lejano.

(Texto y fotos: www.huelvahoy.com)

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