Sevilla/Huelva, 06.01.15.- Un bebé de casi un año de edad se ha salvado de morir asfixiado gracias a la rápida actuación de un agente de la Policía Local de Punta Umbría que, precisamente, se encontraba fuera de servicio en ese momento. Así lo cuenta Diario de Sevilla en una información que explica que los hechos se produjeron el pasado domingo en el aparcamiento del restaurante La Bodega de la localidad sevillana de Salteras.
En concreto, el policía había estado comiendo con su familia en el citado local y, hacia las cinco de la tarde, cuando ya se marchaba y se dirigía al aparcamiento para recoger su coche, vio que en el mismo parking del local había un matrimonio pidiendo auxilio.
Sin pensárselo dos veces, el agente se acercó y comprobó que el hijo de la pareja estaba asfixiándose. “Tenía los ojos vueltos y se estaba poniendo morado. No respiraba”, explicó a dicho el policía. “Hice lo que nos han enseñado en la academia y en los cursos de formación en primeros auxilios y en maniobras de reanimación cardiopulmonar. Lo coloqué boca abajo y empecé a darle golpes en la espalda. Al tercer o cuarto golpe vi que empezaba a reaccionar y pensé que podía tener algo en la boca que le estaba provocando la asfixia”.
De igual modo, el policía le pidió al padre del niño que comprobara si tenía algún cuerpo extraño en la boca que le estuviera obstruyendo las vías respiratorias. El padre vio que el niño tenía un papel dentro de la boca, que se había metido sin que ni él ni su mujer se dieran cuenta. El padre logró sacar el papel de la boca del niño, que instantes después rompió a llorar y fue recuperando la respiración de manera normal.
El agente, que perteneció hace unos años a la plantilla de la Policía Local de Olivares, también en la provincia de Sevilla, logró granjearse allí el aprecio de sus compañeros.
Natural de Moguer, el policía ha preferido mantenerse en el anonimato, según precisa el citado periódico.
(Foto: Archivo)
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