lunes, 11 de enero de 2016

La procesionaria llega a Huelva

Huelva, 11.01.16.- El Puerto de Huelva está fumigando desde la pasada semana los terrenos de su competencia en Huelva capital para eliminar la presencia de procesionaria que se ha registrado por la zona de El Molino, a la salida hacia Punta Umbría, (zona en la que irá ubicada la Ciudad del Marisco), según ha confirmado la Autoridad Portuaria a HuelvaHOY, después de que varios vecinos informaran de la existencia de esta plaga por esa zona de la ciudad, muy transitada sobre todo por ciclistas y onubenses que acuden allí para correr y practicar otros deportes al aire libre.

Así, según el Puerto este problema debería estar resuelto en un breve periodo de tiempo.

La oruga procesionaria se está convirtiendo en una plaga que durante el año 2015 ha causado diversos problemas de salud en varias poblaciones onubenses como Hinojos. Punta Umbría ya ha fumigado todas las zonas que considera de riesgos, debido a la gran cantidad de pinares con la que cuenta la localidad, y también en Nerva han alertado sobre esta plaga que está asolando el pinar situado a escasa distancia del barrio nervense ‘Pozo Bebé’.Puerto Huelva salida Punta ok

Estas orugas han eclosionado antes de tiempo esta temporada, debido al cálido invierno que estamos teniendo. La plaga se ha adelantado más de dos meses puesto que en diciembre las orugas ya bajaban hacia el suelo, siendo febrero el mes habitual en el que comienzan a bajar.

La procesionaria abunda en los bosques de pinos de Europa del Sur y central, donde es una plaga muy extendida. Además de los pinos, habita también en cedros y abetos.

Las orugas (fase de larva) están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta en los seres humanos, así como intensas reacciones alérgicas. 

El principal efecto negativo son los posibles daños a las personas (especialmente niños) provocados por las poblaciones situadas en las cercanías de las áreas recreativas o lugares frecuentados por campistas. Es por tanto un problema de salud pública y no una plaga forestal. Este enfoque debe ser tenido en cuenta en la gestión de la misma.

Para controlar las poblaciones de esta especie se utilizan medios físicos, químicos y biológicos. Los medios físicos pasan por la eliminación de los bolsones, cuando las orugas están dentro, estos se cortan, apilan e incineran destruyendo las poblaciones larvales. En el pasado se disparaba contra los bolsones. La lucha química consiste en la fumigación con insecticidas autorizados (piretroides e inhibidores de quitina y Bacillus thuringiensis), deben aplicarse sobre las fases larvarías en los primeros estadios de desarrollo, antes que desarrollen los pelos urticantes de tercer estadio.

(Fotos: Oruga procesionaria y ubicación de la zona en la que aparecieron y ha sido tratada por el Puerto)

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