El Judío (Gibraleón), 04.07.16.- Hay rincones donde parece haberse detenido el tiempo. El Judío, en Gibraleón, es uno de ellos. La tradición que gira en torno a su Patrona, la Virgen del Perpetuo Socorro, tras medio siglo de vida, mantiene su esencia.
La aldea ya sólo cuenta con un centenar escaso de residentes durante todo el año, pero cuando junio apura sus últimos días, aquellos que se marcharon y que ahora viven en Trigueros o Gibraleón acuden para rendir pleitesía a la Señora.
Este fin de semana se han celebrado sus fiestas, que han tenido este domingo como ‘día grande’ en cuanto a actos y cultos.
Así, al mediodía seha celebrado una solemne función religiosa, oficiada por el párroco olontense, Roberto Abeja, a la que ha seguido una degustación, en la que se repartieron numerosos platos de una paella ‘gigante’ que fue conocida por miembros de la Hermandad de San Isidro de Gibraleón.
Horas después, pasadas las siete de la tarde, se ha iniciado la procesión de la Virgen, llevada en un remolque tirado por un tractor y seguida por numerosos fieles.
La Virgen ha visitado las barriadas colindantes de El Pintado y San Lorenzo en una procesión que ha durado unas cuatro horas, y en la que no han faltado cantes y vivas a la Patrona.
El presidente de la Hermandad, Francisco de la Rosa, que también condujo el tractor que llevó a la Virgen, agradeció al Ayuntamiento olontense la colaboración prestada.
Por su lado, el hermano mayor, Matías Montes, se mostró satisfecho de la alta participación en las actividades organizadas este año.
La alcaldesa olontense, Lourdes Martín, también quiso destacar la devoción que El Judío siente hacia esta Virgen, cuya talla fue creada por el insigne imaginero ayamontino Antonio León Ortega.
La imagen se trata de una talla muy singular, pues normalmente a la advocación del Perpetuo Socorro se le rinde culto al icono, en forma de pintura, pero rara vez podemos encontrarnos con ella en forma de escultura.
(Imágenes: A.S.C. y J.M.)
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