Huelva, 10.12.16.- La retirada de los dos buzones de bronce con forma de cabezas de león que, hasta ahora, presidían la antigua y majestuosa sede de Correos en Huelva no ha dejado indiferente a nadie. Y como prueba de ello, las redes sociales echan humo por parte de quienes consideran “desacertada” la decisión y temen que este sea el principio del derribo del edificio, pese a tratarse de uno de los más emblemáticos de la ciudad.
“Qué han hecho con los leones de correos? Los han arrancado de su ubicación y se los han llevado. Esta Huelva cada vez está peor y, mientras, muchos electos duermen el sueño de los justos”. Así se pronuncia al respecto el presidente del Consejo Económico y Social (CES) Juan José García del Hoyo desde su perfil en Facebook.
Por su lado, Federico Pérez ‘El Coronel’ también ha dejado patente su malestar ante la retirada de dichas cabezas de bronce. “Los recuerdo desde que tengo uso de razón… Santo y seña de un edificio que marcó una etapa en la historia de Huelva. Edificio histórico-sentimental, como así catalogó hace un par de años Inma Gallego en uno de sus buenos artículos. Huelva nunca fue muy devota de respetar su historia -al margen de cargarse la trama de mi libro- este cambio de ‘sus leones’ al nuevo edificio de correos, no deja de ser un atentado legal. Se cae ‘a cachos’, se lo van llevando, sigue muriendo por partes… Quedar en los leones de correos será una frase obsoleta que resta valor a nuestra desmantelada historia”.
Son dos de las muchas opiniones escritas en las redes sociales y que ponen de manifiesto el rechazo que gran parte de la población muestra hacia dicha decisión.
El antiguo edificio postal, de 3.384 metros cuadrados, fue construido alrededor del año 1933, en tiempos de la II República y los buzones ahora retirados fueron fundidos en la segunda década del siglo XX en los talleres de la Riotinto Company.
Dichas esculturas ya aparecían en la anterior sede de Correos, en el Hotel París de la plaza de las Monjas, y ahora, según diversas fuentes, parece que serán colocadas en el nuevo edificio postal.
En cualquier caso, la mayoría de las opiniones coinciden al pensar que no debieron ser retiradas del edificio de la avenida de la Ría. “Se trata de un símbolo que desaparece, que arrancan de un edificio que parece en peligro de extinción”, dice José Antonio, un ciudadano “resignado” ante la “pasividad” de los onubenses ante los “atropellos” que sufre su historia.
(Fotos: Federico Pérez)
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