miércoles, 27 de octubre de 2010

El Rey y el presidente de la Junta presiden la ampliación de la refinería de La Rábida

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha asistido en Palos de la Frontera a la apertura de la ampliación de la refinería La Rábida, que ha estado presidida por el Rey Juan Carlos. Con las nuevas instalaciones, la planta suma 150 empleos estables y cualificados más, según ha informado la Administración autonómica.
La ampliación de la refinería, propiedad de Cepsa, junto a las inversiones previstas por Repsol y BP en sus plantas de Cartagena y Castellón, reducirán el déficit de destilados medios (gasóleo y queroseno) de los 11 millones de toneladas actuales a entre 3 y 4 millones.
Las nuevas instalaciones de Cepsa, que han supuesto una inversión de más de mil millones de euros, permitirán elevar la producción total de la refinería de La Rábida desde los 5 millones de toneladas hasta los 9,5 millones.
La producción de gasóleo y queroseno de aviación aumentará en casi 3 millones de toneladas y se situará en torno a 5 millones, lo que reducirá la necesidad de importar estos productos, en los que España es deficitaria.
Tras la inauguración de la planta, presidida por el Rey, el consejero delegado de Cepsa, Dominique de Riberolles, explicó que la aportación de las nuevas instalaciones, sumada a las ampliaciones de las refinerías de Repsol en Cartagena y de BP en Castellón permitirán reducir entre 7 y 8 millones de toneladas el déficit de destilados medios en España. Aunque la crisis económica ha reducido el déficit de destilados medios desde los 14,5 millones de toneladas de 2006 (fecha en la que Cepsa decidió ampliar la refinería de Huelva), a los 11 actuales, De Riberolles aseguró que el proyecto es positivo. "La decisión es buena a pesar de la crisis", dijo.

3 comentarios:

lantillera dijo...

Claro, por un lado, la noticia es estupenda, porque significa puestos de trabajo, pero la parte que no te cuentan las noticias (al menos las qu eyo he visto)no es tan positiva: balsa de fosfoyesos, índices altísimos de contaminación (y de cáncer) en la provincia de Huelva, destrucción total del patrimonio natural (véase la Ría, lugar donde antiguamente la gente podía ir a bañarse...). En fin, que si para aumentar las tasas de empleo hay que recurrir a este tipo de soluciones, prefiero el paro, porque todo esto significa, como suele decirse "pan pa hoy y hambre pa mañana". Señores, nos estamos cargando los recursos naturales que tenemos, y, si ellos, no somos nada, cuando queramos rectificar será tarde...

elantillano dijo...

No lantillera no, el ecologismo extremista no da empleo, y sin empleo nos morimos de hambre

de que nos sirve tener parajes bien conservados y con bichitos si el ser humano se muere de hombre??

piénsalo amiga!!

lantillera dijo...

Si, yo sabía que alguien me iba a salir con eso, el discurso dominante del crecimiento económico ilimitado, que por cierto, viene de antiguo, nada menos que del siglo XIX, pero bueno, yo lo único que hago es invitaros a la reflexión. Repito, la tierra se muere, y sin recursos naturales no somos nada, seguramente esto no lo conozcamos nosotros, sino las generaciones venideras, ¿qué es lo que queremos para ellos? Un desarrollo económico que esquilma los recursos es a todas luces insostenible... pero claro, aquí entra la cuestión del egoísmo humano, poco o nada nos importa lo que pase en el futuro, lo importante es tener empleo (precario, por supuesto), a toda costa. Además, los recursos naturales son mucho más que "pájaros y tres bichitos". Un ejemplo: ¿Qué vamos a hacer cuando no quede ya ni un centímetro de litoral por urbanizar? (que por cierto queda ya bastante poco)¿Qué pasará cuando se acaben las reservas de petróleo? Y la madera? Y podría poner muchos ejemplos más. Señores, abrid los ojos, hay que cambiar el modelo y si no no vamos a ninguna parte. Si por decir estas cosas soy una extremista, vivan los extremos, yo creo que más bien intento analizar la realidad que nos rodea contemplando múltiples factores.