Doble ración murguista de colegiales

El viernes arrancó en el teatro Horacio Noguera de Isla Cristina la segunda ronda de la fase preliminar del cuadragésimo cuarto concurso de agrupaciones. Lleno absoluto. Así comienza su crónica hoy Raquel Rendón en Huelva Información. El resto sigue así: Abrió el telón la agrupación juvenil de la Escuela de Carnaval, que lució sus trajes de color turquesa para cantar por segunda vez a su pueblo. Con presentación y popurrí original, obra del Taller de Letras y de su director, Fran Sosa, y un repertorio conformado por una antología que muchos tararearon, Los Novatos se llevaron de calle a los espectadores.

Llegó luego el turno para otros jóvenes comparsistas, los de La Banda del maestro Piris. Bajo la dirección de José Antonio López 'Fonta', los chavales se metieron en la piel de la charanga que antaño animaba las calles de la localidad, donde todos sus componentes emulaban que tocaban algún instrumento, aunque la música procedía de los altavoces del coche que los acompañaba. La agrupación dedicó el primero de sus pasodobles a Andalucía y el segundo, a la Escuela del Carnaval.
En tercer lugar, Los que vinieron de Rumanía porque la cosa está joía. La murga de Natanael hizo reventar a la platea en constantes carcajadas. Los Rumanos, con instrumentos y cabra incluidos, se colocaron gigantescas gafas en el primer pasodoble con las que todo lo veían en 3D. Así soltaron puyitas a diestro y siniestro para políticos, jurado y la corte de honor. El segundo pasodoble fue un homenaje al "agujero del culo" que acabó diciendo: "Como el país va de culo, voy a nombrar a Zapatero; a ese lo ponía yo en pompa y le borraba to el cero". Los cuplés versaron sobre Avatar, con juego de palabras incluido; y sobre el célebre beso de Casillas y Sara Carbonero. Más tarde, órgano y acordeones en ristre, el espectáculo continuó en la puerta del teatro, donde llegaron a recaudar algún que otro eurillo.
La seriedad regresó al escenario de la mano de la comparsa ayamontina Los Conkistadores, de Pedro Suárez, que arrancó con una presentación con reminiscencias aragonianas y dedicó el primero de sus pasodobles al amor, que es un "veneno y, aunque te mata, te resucita". El segundo, más crítico, fue para las dificultades de los jóvenes para encontrar empleo. En el primer cuplé, bromearon sobre las redes sociales y, en el segundo, los chascarrillos se dirigieron a los miembros del jurado.
Tras el descanso, doble ración murguista de colegiales. Primero, Los Maolillos de Jesuli Perojil. La agrupación onubense de Los Ventaneros, muy querida en Isla, habló sobre el futuro alcalde y sobre cómo el Carnaval isleño es como una escuela para la provincia, "le duela a quien le duela", pasodoble con el que se ganó al público. Los cuplés versaron sobre el director de la chirigota, y sobre la Fopac y cómo en Huelva no se carnavalea en la calle.
Luego llegó el turno para la murga de Rafael Rodríguez 'Fae', llamada La Escuela de Carnaval del gran maestro don Jimeno, ni más ni menos, que tuvo al cuartetero isleño como maestro de ceremonias. Los de la peña Los Trofeos llenaron de colorido el escenario y se disculparon por el polémico pasodoble que el pasado año dedicaron al cura José Manuel Barral. El segundo lo dedicaron a los toxicómanos del pueblo, mientras que los cuplés fueron para el pulpo Paul y los candidatos a la Alcaldía, y para la regidora municipal, María Luisa Faneca, y la construcción del tanatorio. El final del popurrí fue lo más destacado: las madres de los alumnos de la escuela, las verdaderas, salieron al escenario para llevárselos a casa. El instante más emotivo de la jornada.
La penúltima de la noche fue la comparsa de Juan Antonio Aguilera 'Chicha', Un sueño de loco. Su propuesta pasó por criticar a los que le critican y por cantarle a Marta del Castillo. Esta comparsa, de corte clásico, dedicó uno de sus cuplés a la Ley Antitabaco.
El broche final lo puso la murga sevillana Por una regulación de empleo mira cómo me veo. En la presentación, sorpresa incluida: unos obreros que se desnudan y se prostituyen. Con chistes muy picantes se defendió en el teatro la agrupación de Fran Ramos, que actúa este año por primera vez en Isla Cristina.