El nuevo edificio del Conservatorio Elemental de Música de Isla Cristina, que se ubica en la Avenida Parque, junto al teatro municipal Horacio Noguera, comenzará a funcionar el próximo 11 de abril, después de casi nueve meses de construcción en los que ha empleado a 60 trabajadores. De este modo, según informa hoy Huelva Información en el reportaje que firma Raquel Rendón, se pondrá fin a la incómoda y larga estancia de profesores y alumnos en las seis aulas propias y la otra media docena compartida en el IES El Galeón, inmueble meramente destinado a fines educativos, no adaptado a las necesidades reales de un conservatorio: dependencias pequeñas, instrumentos demasiado antiguos, insonorización insuficiente y escasa ventilación.
Alumnos, profesores y padres cuentan ya los días para que las clases comiencen en la nueva edificación, que empezó a construirse en mayo de 2010 y que ha sido financiada con 1.600.000 euros con cargo a la segunda entrega del Plan E. El director del conservatorio isleño, Rubén González, destacó la funcionalidad de las instalaciones, realizadas por las arquitectas municipales (en base a otro proyecto elaborado de forma "desinteresada" por la también arquitecta y madre de uno de los alumnos Mercedes Iglesias, paso "fundamental" en el devenir de su construcción) gracias al consenso y la buena relación mantenida con la directiva del centro.
En sus 1.900 metros cuadrados distribuidos en dos plantas y media (la tercera aún está inacabada y sólo ocupa el ala oeste) se disponen una sala polivalente (110 metros cuadrados), diez aulas instrumentales (15 m2), cuatro convencionales (de 25 metros cuadrados cada una), una sala para orquesta (80 metros cuadrados), otra para música de cámara (30 m2), una biblioteca, sala de profesores, despachos, aseos, y varias cabinas para el estudio.
Lo que más sorprende de la infraestructura, en la que todavía los operarios se emplean a fondo para ultimar los detalles, es la luz. Amplísimos ventanales permiten aprovechar la luz natural hasta las últimas horas del día, cuestión que supone un importante ahorro energético. En este punto, González recordó que las lámparas de los pasillos tienen "sensores de movimiento y se apagan cuando no hay nadie", todas de bajo consumo, como las de las aulas, que también son regulables según las necesidades.
Además, el aislamiento acústico y la climatización del edificio hacen "más agradable" la estancia, así como los suelos de parqué. El mobiliario ha sido facilitado por la Consejería de Educación y ha llegado a tiempo, a pesar de que se solicitó fuera de plazo, y gracias al trabajo y la insistencia de la alcaldesa de Isla Cristina, María Luisa Faneca, algo que agradeció el director del conservatorio.
Cada una de las clases tiene nombre de algún compositor célebre: Mozart, Falla, Monteverdi o Beethoven, entre otros, y los ventanales de la entrada y los que dan al patio han sido decorados con llamativos vinilos que dibujan partituras reales de Bach y otros autores.
El lunes 11 de abril el alumnado ocupará el centro. Sólo quedarán tres aulas libres, que en el curso 2011/12 serán ocupadas por los estudiantes de las dos nuevas especialidades que incorpora el conservatorio isleño, las de Violín y Violonchelo . La mayoría es menor de edad, aunque para el próximo curso ya se han preinscrito varios adultos.
Todas las provincias andaluzas cuentan con más de un conservatorio profesional. Todas excepto Huelva, que sólo tiene uno, el de la capital. El director del centro, Rubén González, evidenció el agravio comparativo que padece el territorio provincial, ya que Almería y Sevilla cuentan con dos conservatorios profesionales; Granada, Córdoba y Málaga tienen tres; y a la cabeza de la comunidad autónoma andaluza se sitúan Jaén y Cádiz, con cuatro cada una de ellas.
Por este motivo, el Ayuntamiento de Isla Cristina y el equipo directivo del Conservatorio Elemental de Música trabajan codo con codo para conseguir que en los próximos años el nivel de estudios ascienda al de profesional. Por el momento, la propia Ley de Educación de 2007 lo impide, debido a que deja claro que los aspirantes debían cumplir una serie de requisitos "a la entrada en vigor de la Ley". Esto es, que desde hace cuatro años no se ha creado ninguno nuevo en la región.
Por el momento, el conservatorio isleño cumple sólo dos de los requisitos exigidos. Por una parte, cuenta con los "al menos, ciento ochenta alumnos matriculados en el grado elemental de música", ya que este año tiene 183 estudiantes y las perspectivas para el año que viene apuntan a un nuevo crecimiento. De otro lado, también es importante contar con un edificio acorde a las circunstancias y que no exista otra oferta musical de grado profesional en la localidad.
La legislación vigente apunta también a la obligación de tener una escuela municipal de música. El Consistorio local se ha puesto manos a la obra para conseguirlo. Finalmente, es necesario garantizar una demanda de, al menos, medio centenar de solicitantes para el primer curso del grado profesional de música. Es decir, que los alumnos que estén estudiando en el último curso y quieran seguir con su formación sean más de cincuenta.
Actualmente, en Isla Cristina hay veinticuatro estudiantes de 4º grado de las distintas especialidades. Pero el director del conservatorio, Rubén González, indicó que "ahora tenemos a muchos más en los primeros cursos que irán ascendiendo hasta los más avanzados, una especie de pirámide que se irá ensanchando, por lo que este requisito lo cumpliremos en sólo unos años".
Además, la directiva del centro tratará de ir incorporando nuevas especialidades para que, en el momento en el que se pueda realizar formalmente la solicitud de subida del nivel de estudios (para ello antes debe modificarse este punto de la actual Ley), el desfase sea mínimo y la cifra de disciplinas impartidas se acerque a las 13 especialidades que tiene, como mínimo, un conservatorio profesional.
La vocación comarcal del Conservatorio de Isla Cristina compete a un público objetivo de 97.000 habitantes de Cartaya, Ayamonte, Lepe, Villablanca, La Redondela, Pozo del Camino, Islantilla y El Rompido. De todos estos puntos de la costa onubense "ya tenemos alumnos, pero luego, los que pueden, tienen que marcharse a Huelva para seguir estudiando".
Alumnos, profesores y padres cuentan ya los días para que las clases comiencen en la nueva edificación, que empezó a construirse en mayo de 2010 y que ha sido financiada con 1.600.000 euros con cargo a la segunda entrega del Plan E. El director del conservatorio isleño, Rubén González, destacó la funcionalidad de las instalaciones, realizadas por las arquitectas municipales (en base a otro proyecto elaborado de forma "desinteresada" por la también arquitecta y madre de uno de los alumnos Mercedes Iglesias, paso "fundamental" en el devenir de su construcción) gracias al consenso y la buena relación mantenida con la directiva del centro.
En sus 1.900 metros cuadrados distribuidos en dos plantas y media (la tercera aún está inacabada y sólo ocupa el ala oeste) se disponen una sala polivalente (110 metros cuadrados), diez aulas instrumentales (15 m2), cuatro convencionales (de 25 metros cuadrados cada una), una sala para orquesta (80 metros cuadrados), otra para música de cámara (30 m2), una biblioteca, sala de profesores, despachos, aseos, y varias cabinas para el estudio.
Lo que más sorprende de la infraestructura, en la que todavía los operarios se emplean a fondo para ultimar los detalles, es la luz. Amplísimos ventanales permiten aprovechar la luz natural hasta las últimas horas del día, cuestión que supone un importante ahorro energético. En este punto, González recordó que las lámparas de los pasillos tienen "sensores de movimiento y se apagan cuando no hay nadie", todas de bajo consumo, como las de las aulas, que también son regulables según las necesidades.
Además, el aislamiento acústico y la climatización del edificio hacen "más agradable" la estancia, así como los suelos de parqué. El mobiliario ha sido facilitado por la Consejería de Educación y ha llegado a tiempo, a pesar de que se solicitó fuera de plazo, y gracias al trabajo y la insistencia de la alcaldesa de Isla Cristina, María Luisa Faneca, algo que agradeció el director del conservatorio.
Cada una de las clases tiene nombre de algún compositor célebre: Mozart, Falla, Monteverdi o Beethoven, entre otros, y los ventanales de la entrada y los que dan al patio han sido decorados con llamativos vinilos que dibujan partituras reales de Bach y otros autores.
El lunes 11 de abril el alumnado ocupará el centro. Sólo quedarán tres aulas libres, que en el curso 2011/12 serán ocupadas por los estudiantes de las dos nuevas especialidades que incorpora el conservatorio isleño, las de Violín y Violonchelo . La mayoría es menor de edad, aunque para el próximo curso ya se han preinscrito varios adultos.
Todas las provincias andaluzas cuentan con más de un conservatorio profesional. Todas excepto Huelva, que sólo tiene uno, el de la capital. El director del centro, Rubén González, evidenció el agravio comparativo que padece el territorio provincial, ya que Almería y Sevilla cuentan con dos conservatorios profesionales; Granada, Córdoba y Málaga tienen tres; y a la cabeza de la comunidad autónoma andaluza se sitúan Jaén y Cádiz, con cuatro cada una de ellas.
Por este motivo, el Ayuntamiento de Isla Cristina y el equipo directivo del Conservatorio Elemental de Música trabajan codo con codo para conseguir que en los próximos años el nivel de estudios ascienda al de profesional. Por el momento, la propia Ley de Educación de 2007 lo impide, debido a que deja claro que los aspirantes debían cumplir una serie de requisitos "a la entrada en vigor de la Ley". Esto es, que desde hace cuatro años no se ha creado ninguno nuevo en la región.
Por el momento, el conservatorio isleño cumple sólo dos de los requisitos exigidos. Por una parte, cuenta con los "al menos, ciento ochenta alumnos matriculados en el grado elemental de música", ya que este año tiene 183 estudiantes y las perspectivas para el año que viene apuntan a un nuevo crecimiento. De otro lado, también es importante contar con un edificio acorde a las circunstancias y que no exista otra oferta musical de grado profesional en la localidad.
La legislación vigente apunta también a la obligación de tener una escuela municipal de música. El Consistorio local se ha puesto manos a la obra para conseguirlo. Finalmente, es necesario garantizar una demanda de, al menos, medio centenar de solicitantes para el primer curso del grado profesional de música. Es decir, que los alumnos que estén estudiando en el último curso y quieran seguir con su formación sean más de cincuenta.
Actualmente, en Isla Cristina hay veinticuatro estudiantes de 4º grado de las distintas especialidades. Pero el director del conservatorio, Rubén González, indicó que "ahora tenemos a muchos más en los primeros cursos que irán ascendiendo hasta los más avanzados, una especie de pirámide que se irá ensanchando, por lo que este requisito lo cumpliremos en sólo unos años".
Además, la directiva del centro tratará de ir incorporando nuevas especialidades para que, en el momento en el que se pueda realizar formalmente la solicitud de subida del nivel de estudios (para ello antes debe modificarse este punto de la actual Ley), el desfase sea mínimo y la cifra de disciplinas impartidas se acerque a las 13 especialidades que tiene, como mínimo, un conservatorio profesional.
La vocación comarcal del Conservatorio de Isla Cristina compete a un público objetivo de 97.000 habitantes de Cartaya, Ayamonte, Lepe, Villablanca, La Redondela, Pozo del Camino, Islantilla y El Rompido. De todos estos puntos de la costa onubense "ya tenemos alumnos, pero luego, los que pueden, tienen que marcharse a Huelva para seguir estudiando".
1 comentario:
Un acierto sin duda, esto es una apuesta por la educación y la cultura, y lo digo desde la distancia, desde Barcelona, aunque mi corazón sigue muy cerca de mi tierra, de mi Isla Cristina
Jose
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