De mi repaso por los confidenciales y digitales de Huelva os dejo aquí el artículo de Fernando Merchán, muy agudo, y que lanza al aire una pregunta con difícil respuesta: Ya se han hecho públicas las listas definitivas de candidatos a optar a los sillones de concejales y alcaldes de los ayuntamientos de toda España. Creo que se han cubierto todos los pueblos. Y lo que todavía no acabo de entender muy bien es qué seduce a estos candidatos a gobernar unas instituciones públicas, como los ayuntamientos que están totalmente arruinados, en quiebra técnica, con miles y miles de proveedores y entidades financieras, amén de los propios funcionarios, esperando a cobrar lo mucho que se le adeuda y que algunos de los que se marchan han tenido facturas guardadas en sus cajones sin contabilizar o en otros, que es una prevaricación como una casa, permitiendo los presidentes-alcaldes y tesorero el pago de facturas recientes mientras se dejaban de pagar otras más antiguas o se incumplen sentencias judiciales condenatorias.
Algo muy bueno, bueno de verdad, a nivel personal, por supuesto, tiene que dar tanta vocación pública a sabiendas de lo que se puede esperar en los ayuntamientos de toda España en los próximos años, que no es otra cosa que administrar pura ruina y la imposición de medidas antipopulares, severas y que serán muy criticadas para frenar el gasto público, el gasto corriente principalmente.
Vengo escribiendo desde hace tiempo en la necesidad de ejecutar una reconversión en profundidad de todo el sector público español porque el sector privado no soporta ni mantiene una superestructura como la que hay creada con los impuestos que se pagan. Vienen tiempos todavía más malos, los vecinos portugueses lo saben y lo están pasando ya muy mal, llegando las medidas al recorte de importantes nóminas entre el funcionariado de la Administración. ¿Qué vamos a hacer en España? ¿Tendrán fuerza estos nuevos concejales y alcaldes de mantenerse firme cuando le llegue la hora de los recortes económicos?.
Algo muy bueno, bueno de verdad, a nivel personal, por supuesto, tiene que dar tanta vocación pública a sabiendas de lo que se puede esperar en los ayuntamientos de toda España en los próximos años, que no es otra cosa que administrar pura ruina y la imposición de medidas antipopulares, severas y que serán muy criticadas para frenar el gasto público, el gasto corriente principalmente.
Vengo escribiendo desde hace tiempo en la necesidad de ejecutar una reconversión en profundidad de todo el sector público español porque el sector privado no soporta ni mantiene una superestructura como la que hay creada con los impuestos que se pagan. Vienen tiempos todavía más malos, los vecinos portugueses lo saben y lo están pasando ya muy mal, llegando las medidas al recorte de importantes nóminas entre el funcionariado de la Administración. ¿Qué vamos a hacer en España? ¿Tendrán fuerza estos nuevos concejales y alcaldes de mantenerse firme cuando le llegue la hora de los recortes económicos?.
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