Se escondía en Sanlúcar de Guadiana. Y finalmente ha sido detenido por agentes de la Policía Nacional, ya que se trata de un individuo que se hacía pasar por secuestrador y reclamaba 50.000 euros de rescate a los familiares de personas desaparecidas, cuyos datos obtenía a través de los medios de comunicación.
Según ha informado el Ministerio del Interior en un comunicado, el detenido, que usaba varias identidades falsas y cambiaba habitualmente de domicilio para intentar evitar las investigaciones policiales, llevaba escondido diez días en la localidad andevaleña.
Sobre el arrestado pesaban cuatro órdenes de detención y otras cuatro peticiones de averiguación de domicilio y paradero, y era buscado por juzgados de Málaga, Huelva, Sevilla, Valladolid, Murcia, e incluso por la policía portuguesa por delitos de estafa, receptación y falsedad.
Según la Policía, este "falso secuestrador" adoptaba variadas medidas de seguridad como suscribir varios contratos telefónicos y de alquiler a nombre de otra serie de personas y cambiar habitualmente de residencia e incluso de pareja sentimental.
La investigación, desarrollada conjuntamente por agentes de la UDEV de la Comisaría General de Policía Judicial y la de Marbella, junto con miembros de la Policía Judicial de Huelva, comenzó en febrero de este año a raíz de una denuncia presentada en Marbella (Málaga) por la desaparición de un hombre de 33 años.
Dos meses después, un hombre se puso en contacto con la hermana del desaparecido y le comunicó que este había sido secuestrado por una banda de delincuentes del Europa del Este que le pondrían el libertad a cambio del pago de 50.000 euros.
Los agentes especializados en secuestros se hicieron cargo de la operación y descubrieron que el hombre que había contactado con la familia del desaparecido residía en la provincia de Huelva. Sin embargo, usaba habitualmente la identidad de otra persona que vivía en la localidad de Torremolinos (Málaga).
Según ha informado el Ministerio del Interior en un comunicado, el detenido, que usaba varias identidades falsas y cambiaba habitualmente de domicilio para intentar evitar las investigaciones policiales, llevaba escondido diez días en la localidad andevaleña.
Sobre el arrestado pesaban cuatro órdenes de detención y otras cuatro peticiones de averiguación de domicilio y paradero, y era buscado por juzgados de Málaga, Huelva, Sevilla, Valladolid, Murcia, e incluso por la policía portuguesa por delitos de estafa, receptación y falsedad.
Según la Policía, este "falso secuestrador" adoptaba variadas medidas de seguridad como suscribir varios contratos telefónicos y de alquiler a nombre de otra serie de personas y cambiar habitualmente de residencia e incluso de pareja sentimental.
La investigación, desarrollada conjuntamente por agentes de la UDEV de la Comisaría General de Policía Judicial y la de Marbella, junto con miembros de la Policía Judicial de Huelva, comenzó en febrero de este año a raíz de una denuncia presentada en Marbella (Málaga) por la desaparición de un hombre de 33 años.
Dos meses después, un hombre se puso en contacto con la hermana del desaparecido y le comunicó que este había sido secuestrado por una banda de delincuentes del Europa del Este que le pondrían el libertad a cambio del pago de 50.000 euros.
Los agentes especializados en secuestros se hicieron cargo de la operación y descubrieron que el hombre que había contactado con la familia del desaparecido residía en la provincia de Huelva. Sin embargo, usaba habitualmente la identidad de otra persona que vivía en la localidad de Torremolinos (Málaga).
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