El alcalde de Faro se queda solo en su defensa, ahora, del peaje para la autovía del Algarve

El alcalde de Faro, el socialdemócrata Macario Correia, se ha quedado solo en su defensa de la puesta en marcha de peaje para la A-22, Vía do Infante, que utilizamos a menudo quienes nos desplazamos al Algarve.
Es más, la actitud de Correia, que considera "inevitable" el pago por utilizar esta autovía, ha sido recriminada por los alcaldes de localidades lusas vecinas y compañeros de partido, que no entienden que antes, cuando gobernaba en Lisboa el Partido Socialista (PS), rechazase dicho peaje, y ahora que su partido, el PSD, está en el poder, apoye dicha iniciativa.
Es el caso del autarca (alcalde en portugués) de Alcoutim, Francisco Amaral: “Lamento que mude de opinião só porque mudou o Governo”, criticó, al tiempo que recordó que “Temos que ser coerentes com o passado".
Otros alcaldes algarvíos coinciden al señalar que la imposición de dicho peaje acarreará más perjuicios que beneficios inmediatos, por lo que consideran que el Gobierno portugués debería reaccionar y dar marcha atrás.
El turismo, a juicio de estos munícipes, sería el sector que se vería más resentido ante la posibilidad de que finalmente haya que pagar por transitar por dicha autovía.
Las tímidas protestas que se han desarrollado hasta ahora a ambos lados de la frontera hispano-lusa del Guadiana no han dado resultado alguno, por lo que todo hace indicar que el Gobierno del vecino país mantiene la intención de imponer peaje, en una fecha aún por determinar, a diversas autovías lusas, entre ellas la del Algarve.