martes, 29 de noviembre de 2011

Los sindicatos también despiden

Los sindicatos, al menos algunos de ellos, también despiden. Y eso que, en teoría, la defensa del trabajador es su razón de ser. Cuenta el digital Vozpopuli.com que el presidente de la ejecutiva de la Unión Regional de Madrid de UGT, José Ricardo Martínez, reunió ayer al comité regional, formado por un centenera de personas, para comunicarles la necesidad de ajustar la plantilla del sindicato madrileño. Treinta trabajadores con contrato fijo se irán a la calle si nada ni nadie lo remedia.

Martínez justifica esta decisión por el recorte de presupuestos, a su juicio, de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre (PP).
La dependencia de los sindicatos de las arcas públicas autonómicas es total (las cuotas de sus afiliados no son suficientes para mantener su gran estructura). El sindicato dejará de recibir aproximadamente un millón de euros del gobierno autonómico, según cifras que maneja el sindicato, y esto ha obligado a UGT Madrid a realizar un fuerte ajuste en el personal.
El recorte apunta a la eliminación de unas 30 personas con contrato fijo y una buena parte de los llamados personal de proyectos (vinculados a programas específicos, como los de Igualdad, que dejarán de existir, y Formación), apuntan estas mismas fuentes.
La reunión entre la ejecutiva y el comité se prolongó ayer durante casi cinco horas (de 10.00 a 14.30) en el cuartel general de UGT Madrid. Esta decisión no es un caso aislado. El sindicato UGT ha iniciado sus respectivos procesos de recortes en Cataluña y Navarra.
Por su parte, Comisiones Obreras, se encuentra en una situación similar. El sindicato que preside Ignacio Fernández Toxo ha formalizado su primer ERE en la región de Murcia.

1 comentario:

luis_78 dijo...

Ya se sabe, predicar con el ejemplo a veces cuesta mucho. Y claro, siempre estará el recurso de culpar a la derechona, que es muy mala, de todo lo malo malísimo. En fin, esto de los despidos en los sindicatos demuestra una cosa sobre todo: Para qué los queremos si al final, visto lo visto, el trabajador sigue igual de indefenso que si no existieran...