domingo, 18 de diciembre de 2011

Ayamonte se volcó con la inauguración de la remodelación de la Casa de Hermandad del Rocío

El oficio de contar cosas a uno le permite conocer buenas personas que aún no estando ya en este mundo se quedan grabados para siempre en la memoria. Es el caso del ayamontino Fernando Romero, quien siempre será recordado como uno de los que más hicieron por extender la devoción rociera en la localidad, aunque no haya sido reconocido aún en justa medida.
 Su hijo Emilio tiene el difícil papel de continuar aquello que su padre dejó, que no fue poco. Pero no está solo porque además de su padre, desde lo alto, cuenta con el apoyo de su hermana Soledad, hermana mayor saliente.


En la noche del sábado tuvo lugar la inauguración de la remodelación de la Casa Hermandad, que Canalcosta TV en su web cuenta así:

La localidad de Ayamonte se volcó con la inauguración de la remodelación de la Casa de Hermandad del Rocío, que fue construida en la Cuesta de San Diego en 1998 y que desde este fin de semana acoge unas instalaciones más amplias y funcionales
Al acto, además de la junta directiva de esta filial, acudió el alcalde ayamontino, Antonio Rodríguez Castillo, y un masivo flujo de personas de la localidad, que quisieron ser testigos de este esperado momento.
Según destacó el presidente de la Hermandad, Emilio Romero, el deseo es convertir esta casa en punto de encuentro y convivencia no solo para rocieros sino para todo el pueblo en general.
La Casa de Hermandad estará abierta los viernes y sábados y este segundo día, a las doce de la noche, acogerá el canto de una salve al Simpecado de la Virgen, que preside las nuevas instalaciones.
A lo largo de la noche, en la memoria de muchos estuvo el ayamontino Fernando Romero, anterior presidente y fundador de la Hermandad que, además, es el padre del presidente actual y de la hermana mayor saliente, Soledad Romero.
En las remozadas instalaciones se exponen al culto todos los enseres de la Hermandad, entre los que destaca el Bendito Simpecado fundacional o como todos los rocieros ayamontinos le dicen con cariño el " Simpecao viejo".

No hay comentarios: