jueves, 29 de marzo de 2012

Sin periodistas no hay periodismo ni democracia

El país está llamado a secundar hoy una huelga contra la reforma laboral anunciada por el Gobierno en la que, digo yo, tan sagrado debe ser el derecho a secundarla como a acudir al trabajo, quienes pueden permitirse todavía ese lujo. Al igual que muchos sectores, en los últimos años también el periodismo padece el azote de la crisis.
Los compañeros de la Asociación de la Prensa de Huelva me envían una nota en la que se quiere llamar la atención sobre la situación de precariedad y creciente deterioro de las condiciones de trabajo con que se desarrolla el trabajo de los periodistas en esta provincia, donde en los últimos dos años hemos asistido a la pérdida de puestos de trabajo y al cierre de medios de comunicación, con el argumento de la crisis económica.

El resto del escrito de la asociación de periodistas onubense dice lo siguiente:

Desde hace semanas, Asociaciones de la Prensa de toda España estamos denunciando públicamente una situación que se ha hecho insostenible y que, no sólo pone en peligro el futuro de cientos de puestos de trabajo, sino que cuestiona la efectividad de una profesión que tiene por objetivo defender la libertad de expresión y garantizar el derecho constitucional al libre acceso a la información para todos los ciudadanos.

En estas fechas, en que los sindicatos mayoritarios, apoyados por numerosos colectivos sociales y políticos, han convocado una huelga general contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno, la Asociación de la Prensa de Huelva quiere llamar a la responsabilidad de todos los periodistas para que, en conciencia y libremente, decidan su postura ante dicha convocatoria, siendo conscientes de que los hechos demuestran que cualquier reforma que pueda suponer un recorte de los derechos laborales y salariales de los trabajadores de los medios de comunicación ya ha tenido un antecedente en este sector.

En los últimos años, han sido constantes las regulaciones de empleo, despidos, pérdida de derechos, incremento de jornadas laborales, reducción de sueldos y presiones contra el libre ejercicio de la profesión periodística, hasta el punto de que, actualmente, ésta es la que porcentualmente ha perdido mayor número de puestos de trabajo, habiendo sido despedidos más trabajadores que licenciados han salido de las facultades españolas de Comunicación, por lo que se hace necesario exigir que cese este creciente proceso de degradación de las condiciones de trabajo y de los derechos de los profesionales de la comunicación.

La Asociación de la Prensa de Huelva se suma también a las concentraciones convocadas en toda España en defensa del empleo y de los valores del periodismo, bajo el lema “Sin periodistas no hay periodismo ni democracia”, con el objetivo de llamar la atención sobre la enorme crisis que atraviesa el ejercicio del periodismo en nuestro país.
En los últimos tiempos, todos los medios de comunicación de Andalucía, públicos o privados, han adoptado medidas económicas y laborales con Expedientes de Regulación de Empleo, despidos, recortes salariales y contratos en condiciones indignas y con la justificación de la crisis y la evolución de las nuevas tecnologías, algunas empresas han prescindido de los periodistas más experimentados para sustituirlos por becarios o recién licenciados, a los que pagan salarios humillantes, mientras que el intrusismo se sigue produciendo y se plantean más rebajas de las condiciones laborales al amparo de la reforma laboral recién aprobada por el Gobierno.

Los periodistas de Huelva exigimos trabajar en unas condiciones dignas, apostamos por la defensa de un periodismo honesto y veraz y pedimos al Gobierno y a los partidos políticos que cumplan su obligación de garantizar la libertad de prensa, que ahora se desmorona con consecuencias funestas para la democracia si se siguen tolerando sistemas de trabajo basados en la explotación de periodistas cada vez más precarios a los que se quiere imponer una deontología profesional sometida a las leyes del mercado y no dedicada a la defensa de la libertad de expresión.

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