¡Gracias!

Gracias a todos los que de una u otra forma habéis mostrado interés en el pregón oficial de las fiestas patronales de San Roque de Gibraleón, que pronuncié anoche en el Convento del Vado de la localidad. Más que un pregón a mi pueblo, que también, mi intención fue reconocer a aquellas personas y personajes que hicieron de mi infancia lo que fue. Y seguro que fueron muchos más, pero, como dije en el saluda, siguen formando parte del paisaje más entrañable de la memoria, nombres como los de los médicos Don Ernesto y Don Juan, Antonini, Paco el de la Paniza, Pomar, Don José Soto, Doña Aurora, o Valeriano, el fotógrafo.
También siguen presentes en la memoria de uno sensaciones vividas contemplando al Cristo de la Sangre, a Padre Jesús o al Santo Entierro o cuando se celebraba la romería de San Isidro al lado de la carretera de San Bartolomé, o cuando procesiona esa abuela de mirada cargada de ternura que llamamos Santa Ana, o de aquellos cotillones de noches perfumadas de jazmín cuando llegaban las fiestas de San Roque…
Además, también siguen en la memoria de un servidor lugares como el colegio Miguel de Cervantes, el Castillo, el Convento del Vado, la Ventilla, el cine de Tomatera o la Plaza (de abastos), aquella en la que tenía un puesto repleto a frutas y verduras que mezclaba con ilusión y generosidad quien más me supo inculcar el cariño por mi pueblo: mi madre.
Gracias a Paola López, compañera en Canalcosta TV, por tantas palabras de cariño en tu presentación y, en especial, por esa alusión final a quien, desde el cielo, seguro, estuvo sentada en primera fila escuchando el pregón.
También agradezco al alcalde de mi pueblo, José Ramón Gómez Cueli, por permitirme decirle a mi pueblo, lo que pienso de su pasado, presente y futuro.
Y muchas gracias a los que fuisteis, en especial a aquellos que dejasteis la playa por unas horas para ir a acompañarme, y a los que no también.Y a los que a través de Candilerías, Facebook, Twitter o por teléfono me habéis felicitado o dado ánimos.