El pleno municipal del Ayuntamiento de Lepe ha dado el visto bueno al inicio del proceso de disolución de la Mancomunidad de Islantilla, aunque supeditado a un posible acuerdo con el Ayuntamiento de Isla Cristina, el otro ente del que depende la citada mancomunidad.
Een caso de llegar a acuerdo con Isla Cristina, el proceso de disolución se revocaría pero siempre y cuando se cambie el modelo de gestión del ente mancomunado.
Por su parte, el Consistorio lepero plantea que todas las competencias de la mancomunidad sean trasladadas a ambos ayuntamientos, excepto la formación, el turismo y los servicios generales, refiriéndose al mantenimiento.
No obstante, el resto de competencias como urbanismo o economía y demás carteras pasarían a ser gestionadas desde los citados consistorios con el fin de "evitar duplicidades".
En cuanto a los trabajadores, que llegan al centenar, "todos serían absorbidos por los ayuntamientos y tan solo se dotaría a la mancomunidad de los empleados necesarios para llevar a cabo las citadas competencias".
Por su parte, los trabajadores, en contra del proceso de disolución, han protagonizado este martes una concentración silenciosa en protesta por la aprobación en pleno del inicio de los trámites de disolución de esta entidad, con el único respaldo del equipo de gobierno lepero y el voto en contra de todos los partidos de la oposición, según ha informado el comité de empresa en un comunicado.
Una medida, según indican, que ha sido contestada públicamente por el conjunto de trabajadores de la mancomunidad, el sector empresarial de la zona, la FOE, propietarios y residentes de Islantilla, así como por el Ayuntamiento de isla cristina, por "el grave perjuicio que causará a este destino turístico y al desarrollo económico de ambos municipios".
En contra de lo afirmado públicamente por el alcalde de Lepe ante los medios de comunicación durante esta última semana sobre su voluntad de mantener la mancomunidad con un nuevo modelo de gestión, el ayuntamiento lepero ha decidido aprobar unánimemente el inicio de los trámites de disolución de "una entidad económicamente viable y social y turísticamente esencial para el desarrollo de toda la comarca, con una muestra de incongruencia argumental y una falta total de claridad ante el colectivo de trabajadores afectados", han puntualizado.
Por todo ello, los trabajadores han reclamado con esta medida que se aclare su futuro y el de la entidad, y que se adopten las medidas necesarias para la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión que devuelva a la Mancomunidad de Islantilla a "la eficacia operativa y al prestigio nacional e internacional que han sido desde siempre su sello de identidad".
Desde el Ayuntamiento de Isla se ha insistido en el apoyo a la continuidad de la Mancomunidad de Islantilla. La alcaldesa del municipio, María Luisa Faneca, se dirigió a su homólogo lepero con duras palabras.
Faneca hizo estas declaraciones en el transcurso de una visita del presidente de la Diputación y del Patronato Provincial de Turismo, Ignacio Caraballo, quien advirtió que dicha disolución podría suponer no solo un varapalo para los trabajadores de la entidad sino para el turismo en la zona.
Por su lado, el primer teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Isla, Francisco Zamudio, mostró su sorpresa tras la aprobación por parte del equipo de Gobierno lepero de los trámites para la disolución.
Mientras tanto, desde el equipo de Gobierno lepero se insiste en que la población lepera entiende que el mantenimiento de una entidad como la Mancomunidad, con el modelo actual, es un coste económico que no pueden permitirse las arcas públicas en la actualidad.
Een caso de llegar a acuerdo con Isla Cristina, el proceso de disolución se revocaría pero siempre y cuando se cambie el modelo de gestión del ente mancomunado.
Por su parte, el Consistorio lepero plantea que todas las competencias de la mancomunidad sean trasladadas a ambos ayuntamientos, excepto la formación, el turismo y los servicios generales, refiriéndose al mantenimiento.
No obstante, el resto de competencias como urbanismo o economía y demás carteras pasarían a ser gestionadas desde los citados consistorios con el fin de "evitar duplicidades".
En cuanto a los trabajadores, que llegan al centenar, "todos serían absorbidos por los ayuntamientos y tan solo se dotaría a la mancomunidad de los empleados necesarios para llevar a cabo las citadas competencias".
Por su parte, los trabajadores, en contra del proceso de disolución, han protagonizado este martes una concentración silenciosa en protesta por la aprobación en pleno del inicio de los trámites de disolución de esta entidad, con el único respaldo del equipo de gobierno lepero y el voto en contra de todos los partidos de la oposición, según ha informado el comité de empresa en un comunicado.
Una medida, según indican, que ha sido contestada públicamente por el conjunto de trabajadores de la mancomunidad, el sector empresarial de la zona, la FOE, propietarios y residentes de Islantilla, así como por el Ayuntamiento de isla cristina, por "el grave perjuicio que causará a este destino turístico y al desarrollo económico de ambos municipios".
En contra de lo afirmado públicamente por el alcalde de Lepe ante los medios de comunicación durante esta última semana sobre su voluntad de mantener la mancomunidad con un nuevo modelo de gestión, el ayuntamiento lepero ha decidido aprobar unánimemente el inicio de los trámites de disolución de "una entidad económicamente viable y social y turísticamente esencial para el desarrollo de toda la comarca, con una muestra de incongruencia argumental y una falta total de claridad ante el colectivo de trabajadores afectados", han puntualizado.
Por todo ello, los trabajadores han reclamado con esta medida que se aclare su futuro y el de la entidad, y que se adopten las medidas necesarias para la puesta en marcha de un nuevo modelo de gestión que devuelva a la Mancomunidad de Islantilla a "la eficacia operativa y al prestigio nacional e internacional que han sido desde siempre su sello de identidad".
Desde el Ayuntamiento de Isla se ha insistido en el apoyo a la continuidad de la Mancomunidad de Islantilla. La alcaldesa del municipio, María Luisa Faneca, se dirigió a su homólogo lepero con duras palabras.
Faneca hizo estas declaraciones en el transcurso de una visita del presidente de la Diputación y del Patronato Provincial de Turismo, Ignacio Caraballo, quien advirtió que dicha disolución podría suponer no solo un varapalo para los trabajadores de la entidad sino para el turismo en la zona.
Por su lado, el primer teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Isla, Francisco Zamudio, mostró su sorpresa tras la aprobación por parte del equipo de Gobierno lepero de los trámites para la disolución.
Mientras tanto, desde el equipo de Gobierno lepero se insiste en que la población lepera entiende que el mantenimiento de una entidad como la Mancomunidad, con el modelo actual, es un coste económico que no pueden permitirse las arcas públicas en la actualidad.
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