 |
Es lamentable y resulta casi increíble, pero matar a un indigente cuesta poco. Poca cárcel. Es la conclusión que saco leyendo la noticia sobre el inicio del juicio por el crimen de un vagabundo en una chabola de Huelva en el que el acusado se enfrenta a una pena de 12 años de cárcel por un presunto delito de homicidio.
En concreto, está previsto que la vista se prolongue durante tres días en la Audiencia Provincial, desde el martes. Además del acusado, declararán los peritos y personas del entorno de la víctima y del supuesto agresor.
El acusado es D.D., de 34 años y de nacionalidad búlgara, y los hechos por los que se le juzga tuvieron lugar el 8 de septiembre de 2011 en una chabola situada en uno de los puentes de la H-30 de Huelva entre las 00.00 y las 4.00 horas.
En un descampado existente entre la autopista H-30 y una calle del polígono La Paz se produjo una discusión entre la víctima, N.A., y el acusado, cuando aquella le pidió a éste que le invitara a algo de beber, tirándole de la ropa, y dándole algún empujón, según el relato del fiscal.
El acusado cogió un tubo cilíndrico de acero que estaba en el lugar y golpeó a la víctima en la cabeza y continúo golpeándola en el suelo.
Tras darle muerte, D.D. arrastró su cuerpo hasta la parte descubierta de una acequia cercana, donde lo dejó tirado y fue descubierto a la mañana siguiente por otros residentes de la zona, a quienes contó lo que había hecho, tras lo que fue alertada la Policía Nacional.
En concreto, está previsto que la vista se prolongue durante tres días en la Audiencia Provincial, desde el martes. Además del acusado, declararán los peritos y personas del entorno de la víctima y del supuesto agresor.
El acusado es D.D., de 34 años y de nacionalidad búlgara, y los hechos por los que se le juzga tuvieron lugar el 8 de septiembre de 2011 en una chabola situada en uno de los puentes de la H-30 de Huelva entre las 00.00 y las 4.00 horas.
En un descampado existente entre la autopista H-30 y una calle del polígono La Paz se produjo una discusión entre la víctima, N.A., y el acusado, cuando aquella le pidió a éste que le invitara a algo de beber, tirándole de la ropa, y dándole algún empujón, según el relato del fiscal.
El acusado cogió un tubo cilíndrico de acero que estaba en el lugar y golpeó a la víctima en la cabeza y continúo golpeándola en el suelo.
Tras darle muerte, D.D. arrastró su cuerpo hasta la parte descubierta de una acequia cercana, donde lo dejó tirado y fue descubierto a la mañana siguiente por otros residentes de la zona, a quienes contó lo que había hecho, tras lo que fue alertada la Policía Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario