La compañía justifica estos despidos con la intención de mantener la “competitividad” en los mercados internacionales.
Sin embargo, los sindicatos critican que se platee esta regulación de empleo cuando la propia empresa ha anunciado estos días que sus beneficios han crecido un 4 por ciento en 2012 en relación con el año anterior, con un beneficio neto de 43 millones de euros.
Actualmente trabajan en las instalaciones de ENCE en Huelva unas 300 personas, entre las que crece el nerviosismo al desconocerse el número de trabajadores que se verían afectados directamente por dicho ERE.
La empresa ha anunciado además que trabaja en lo que ha denominado como un “nuevo marco laboral” que estará centrado en la “flexibilidad salarial”.
Esto implicará actualizaciones salariales ligadas a la productividad y los resultados así como un incremento de la jornada anual.
En los últimos años, Ence ha diversificado su tradicional negocio papelero hacia la cogeneración industrial y la instalación y operación de plantas de biomasa.
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