Se trata de una actuación del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, cuyos agentes también han denunciado al Ayuntamiento moguereño al considerar que podría estar incumpliendo la Ley 11/2003 de Protección Animal en relación a la retirada de animales abandonados.
Y es que, además, a escasos metros del cadáver, que seguía sin ser retirado horas después de su muerte, se encuentran numerosas viviendas. Esto supone un riesgo para la salud pública, teniendo en cuenta además las altas temperaturas que se registran estos días y que podrían acelerar la descomposición del animal.
La situación del animal fue alertada por numerosos vecinos que llamaron al cuartel de la Guardia Civil así como al Seprona de la localidad moguereña, tras lo que los agentes avisaron a la Policía Local y a un veterinario de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Almonte al objeto de que el facultativo levantase acta detallando el estado del animal.
Dicho veterinario ordenó el sacrificio y retirada del animal, participándose por medio de los agentes de la Policía Local al concejal correspondiente del Consistorio. Sin embargo, el deplorable estado del equino hizo que falleciese antes de que fuese sacrificado.
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