Huelva, 06.03.15.- Los padres de un bebé de sólo tres meses de edad han denunciado que, después de tres días en Urgencias del hospital Juan Ramón Jiménez y “tres diagnósticos diferentes” , han tenido que esperar cuatro días para que la pequeña pudiera ser ingresada pese a que padecía bronquitis y sufría 39 grados de fiebre, según informó huelvahoy.com.
José María Casanova, padre de esta pequeña explica que “nos decían que la observáramos y, después de esperar en urgencias varias horas, nos mandaban para casa, con un bebé de tres meses con mucha fiebre”.
El primer día que acudieron a urgencias del hospital, el pasado viernes, tras horas de espera, el médico que les atendió les comunicó que su pequeña tenía principio de bronquitis “y nos mandó a casa con la medicación correspondiente”, nos explica José María. El sábado la pequeña parecía encontrarse mejor, con lo que decidieron no ir al hospital, pero el domingo volvió a subirle la fiebre y volvieron a urgencias, dónde el médico les dijo que la niña tenía un catarro y, nuevamente, la mandaron para casa. Sin embargo, el lunes viendo que el bebé continuaba igual, los padres, preocupados volvieron a acudir a urgencias, dónde tuvieron que esperar desde las 15.10 horas hasta las 11.00 de la noche. En esta ocasión, el diagnóstico fue “que la niña tenía una gastroenteritis y nuevamente para casa”, cuenta el padre.
El martes fue el día en el que estos padres lo pasaron realmente mal ya que, “cuando fuimos a cogerla para darle la primera toma, vimos que la niña casi no respiraba, que no podía ni moverse y ya me temí lo peor. Llamé al 061 y me dijeron que si tenía coche que llevara yo a la niña al hospital”. En ese mismo momento se fueron corriendo al hospital y, cuando llegaron, decidieron no esperar a nada y directamente entraron pidiendo que atendieran a la pequeña que “se ahogaba”, explica el padre. “Vinieron de pronto varios médicos a atenderla, y por fin la ingresaron con una bronquitis”.
Críticas a la gestión del hospital
“Nosotros no criticamos al personal, las enfermeras y médicos que nos han atendido en planta se han portado muy bien y el médico que atendió a mi hija en urgencias llevaba 24 horas de guardia”. Algo que les parece “una barbaridad”, para atender correctamente a los pacientes “y más cuando se trata de niños” sentencia el padre de esta pequeña.
Otra de las críticas es que consideran que no hay “un control para evitar el contagio entre pacientes tan sensibles como pueden ser los niños”, explica José María, que apunta que “me obligaron a llevar a la niña a la cola de espera de urgencias para poder pasar con ella; una cola en la que hay gente con diferentes enfermedades” y en la que, a su juicio, “un niño con las defensas bajas puede coger de todo. No lo entiendo. Siendo menor de edad y estando a mi cargo, si la persona que recoge los datos no va a diagnosticarla, debería valer con que el padre le dé los datos”, apunta José María Casanova.
Además, este padre pidió hablar con la directora, entre otras cosas, porque asegura que “la puerta de pediatría de urgencias se llevaba todo el día abierta y tendría que estar cerrada. Además, allí se colaba todo el que quería para esperar, incluso personas mayores con enfermedades que pueden contagiar a los niños. Me mandaron al despacho de la directora de urgencias que ni siquiera me escuchó. Yo le expliqué lo que pasaba con la puerta y ella me aseguraba que siempre estaba cerrada y sólo me respondía que yo para que quería camas en urgencias, y yo no estaba pidiendo eso para nada. No escuchó nada de lo que le dije y tampoco tuvo buenos modales conmigo”.
Finalmente la niña ha sido dada de alta este jueves, “pero los malos ratos no nos lo quita nadie. ¿Cómo se puede tener a un bebé de tres meses con fiebre esperando durante horas en urgencias y, encima mandarla a casa?” se pregunta este padre.
Todo lo denunciado por esta familia está recogido en la reclamación que puso en el hospital y, parte, en el informe médico de la paciente.
(Foto: Sala de espera de Pediatría / José María Casanova)
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