Gibraleón, 29.06.15.- María Luisa Domínguez Borrallo se encuentra desde hace semanas inmersa en los preparativos primero de la publicación de su poemario ‘No pongas nombre al olvido’ y en su promoción después. No para.
Y aún tiene tiempo para seguir llamando a la inspiración para seguir llevando al papel, o a la pantalla del ordenador, ese puñado de sensaciones que, después, generosa ella, le regala en forma de versos a quién quiera quedarse con ellas.
La escritora no ocultaba días atrás su inquietud ante el reto que supone presentar su libro en su pueblo, y ante los suyos, en Gibraleón. Pero, a tenor del poder de convocatoria experimentado, puede presumir de ser profeta en su tierra. Entre los suyos. Bien es cierto que está empezando en este difícil -y para la inmensa mayoría inalacanzable- mundillo literario, pero quienes la conocen saben que por constancia -e incluso tozudez- no va a quedar.
Hace un tiempo le dijo a alguien que tenía muy clara su devoción por la poesía. Y que iba a luchar por hacerse un hueco. El camino es largo, ella lo sabe, pero poco a poco parece que su nombre comienza a destacar entre los autores de la provincia.
(En las imágenes, del muro de Facebook de María Luisa, momentos de sus presentaciones en Gibraleón y Moguer)
No hay comentarios:
Publicar un comentario