Madre de seis hijos, viuda y sin hogar,
Sarah Robinson se encontraba desesperada cuando trató de robar en un
supermercado de Kansas, en Estados Unidos, 300 dólares en pañales,
zapatos y toallitas para bebé. La mujer fue detenida por un policía en
el aparcamiento del supermercado pero, el agente se apiadó de su
situación y acabo dejándola en libertad y pagando todo lo que había
robado, según recoge telecinco.es
Tras robar estos artículos fue detenida por un
agente de policía en el aparcamiento del supermercado, pero la historia
no acabó como pudiera suponerse.
El agente Mark
Engravalle, padre de dos niños, al ver que tres hijos de la mujer
caminaban descalzos por el aparcamiento decidió entrar en el
supermercado y pagar él mismo por los artículos en lugar de arrestar a
la mujer, según ha informado la cadena Fox News.
"Lo
que hizo está mal y va contra la ley, pero su intención era buena, al
tratar de cuidar de sus hijos", ha señalado el agente, quien ha
insistido en que dónde alguien puede ver una criminal, él ve "una madre
pasando una muy mala racha".
"No soy una mala madre,
sólo he cometido errores", ha señalado la protagonista de esta
historia que tendrá que pagar una multa por su intento de robo, aunque
no debería resultarle muy difícil hacerlo: el departamento de policía
ha recibido más de 6.000 dólares en donaciones para ella desde que se
publicó la historia, según la KSHB.
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