domingo, 9 de agosto de 2015

Fallece Dioni

A veces no hace falta conocer en persona a alguien para saber de su grandeza. Las cosas que nos contaba su hija, Rosalía, a sus compañeros de trabajo, y lo que ahora escriben de él algunos de quienes sí le conocieron ponen de manifiesto que, en efecto, se ha ido un gran hombre. Generoso y cercano con los suyos, según publica hoy HuelvaHOY

Que ha vivido plenamente. Hasta que ya el corazón dijo basta. Precisamente una vez que el silencio llegó al albero como cada año tras las Colombinas. Porque para muchos no ha pasado desapercibido que Dionisio Fernández Cabeza, Dioni, se ha ido una vez que acabaron las tardes de toros, una de sus grandes pasiones, en la plaza de la Merced.

Se ha ido Dioni a sus 56 años, una edad temprana, muy temprana. Y a buen seguro, que deja un gran vacío entre los suyos. Y un gran legado en forma de vivencias y recuerdos que, poco a poco y con el paso del tiempo, irá suavizando –que no eliminando del todo- el dolor que siempre produce una ausencia de este tipo.

En los blogs de información taurina hoy se recuerda cuando Dioni compaginaba la venta de abonos con la traída de anchoas del Cantábrico y posteriormente quesos de la Mancha o cuando recorría el país con su furgoneta cargada de marisco.

Y en Huelva Información el crítico taurino Paco Guerrero recuerda que “lo que realmente perdura de Dioni, no es la persona sino el personaje”, además de resaltar el amor que el fallecido sentía por las tradiciones de esta tierra.

“Quizás fue un soñador más allá de su virtual existencia. Posiblemente en esa razón encontrase como persona la sensatez de su vida. Uno no tuvo nunca la necesidad de conocerlo en toda la extensión de su modo de vivir, sin embargo, confieso que le tenía un especial aprecio a su trato, esporádico en el tiempo, sí, pero bastante singular por el personaje que lo protagonizaba”.

En las redes sociales, la muerte de Dioni ha provocado un sinfín de muestras de pésame, aunque algunos amigos le piden que, esté donde esté, siga disfrutando “como el sabía hacer”.

Otro le propone que, “ahora que estás más cerca de la Virgen pídele por los que aquí abajo te echamos ya de menos”.

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