La División Azul de Huelva, desde la izquierda

“Sufrieron graves enfermedades, heridas de metralla, congelaciones y amputaciones de miembros, que les dejaron secuelas de por vida y otros… la muerte. Equivocados o no, manipulados o no, culpables o no, ellos escribieron una página en la historia al ser protagonistas directos en la II Guerra Mundial de un episodio lejano, del que 67 años después sólo queda la Memoria Histórica, nostálgica, subjetiva y humana de los propios hombres y mujeres que volvieron y que hoy despiertan muy poco interés”.
Quien así se expresa es Anselmo Pérez Maestre, natural de Aroche y estudioso de la guerra civil española y la II guerra mundial y que, de este modo, se refiere a ‘La División Azul’. Se trata del título de su último libro, editado por la Diputación de Huelva, y en el que retrata a este colectivo, que, según recuerda, fue un contingente mezcla de militares, parados, jornaleros, falangistas, comunistas, universitarios, analfabetos, intelectuales, pobres, ricos, etc…que en un número aproximado de 46.000 españoles combatieron en Rusia al lado del III Reich Alemán entre el verano de 1941 y el otoño de 1943 y del que unos 1.200 combatientes procedían de la provincia de Huelva.
Según cuenta, unos por aventuras, otros por hambre y pobreza; otros por su ideología falangista, otros por tener pasados oscuros, otros por ser obligados, otros para pasarse a su bando ideológico, o por las más variopintas de las razones, “se vieron inmersos en la guerra más cruel y sangrienta de nuestra historia contemporánea”.
Se trata de una visión de la ‘División Azul’ desde la izquierda –según subraya- ya que milita desde hace años tanto en el PSOE como en UGT.
La idea de escribir este libr le rondaba en la cabeza desde hacía “muchos años” y sobre todo, “el terminarlo antes de que falleciera mi padre, ex divisionario de Huelva, como reconocimiento a él y a aquellos voluntarios que, por distintas y variopintas razones y motivos, se embarcaron en esa extraña, peligrosa e histórica aventura militar”.
Y recuerda que fue a principios de 2004 cuando se decidió a trabajar sobre ello en sus ratos libres y a recopilar datos, documentación, visitar bibliotecas, archivos, entrevistas y, en definitiva, a estructurar algo parecido a un libro donde plasmar “mis intenciones y mis ideas”.
“Cuando hoy se habla tanto de recuperar la Memoria Histórica –señala- y sin ánimo de remover viejas heridas ni de fomentar rencores, creo que este apartado forma parte de ella y, aunque han pasado sesenta y siete largos años, la División Azul formó y forma parte del pasado y a la vez de nuestra historia más reciente”.