miércoles, 17 de noviembre de 2010

No me gusta el Festival

Porque ha sabido expresar lo que mucho pensamos, cogemos prestado este artículo del compañero César Recuero sobre un Festival que, en mi caso, me trae muchos recuerdos y sensaciones de cuando un servidor lo cubrió para Antena 3 desde una habitación del hotel Tartessos, sede festivalera durante mucho tiempo, con pocos recursos pero mucha ilusión e imaginación...
"Espero que no me crucifiquéis. No me gusta el Festival.
No me gusta porque soy más bien de otro tipo de cine, el que empieza y acaba en Hollywood. Me gustan las espadas, los tiros y los guantazos, qué le vamos a hacer.
Ahora bien. El Festival tiene todo mi apoyo, porque no debemos confundir participación con apoyo. Mi apoyo significa que me parece bien que parte del dinero que se recauda con mis impuestos se destine a la muestra cinematográfica. Estoy de acuerdo con que desde las instituciones públicas se financie y se potencie esa manifestación, incluso más de lo que se hace ahora.
El Festival Iberoamericano es una de esas pocas cosas auténticas que tiene Huelva. Frente a la intensa floración que hace unos años se produjo en muchas ciudades de España, en la que surgieron como gurumelos una pléyade de festivales oportunistas al amparo de las modas del momento y de los jurdeles de la televisión, el de nuestra ciudad conserva, tras 36 años de vida, su esencia colombina y su vocación de puente sobre el Atlántico.
Es de admirar que, con sus altibajos, la muestra onubense siga adelante. De momento, ni la crisis económica ha podido con él. Y ello, a mi juicio, se debe a dos razones: al buen hacer de su director, Eduardo Trías, torero en plaza difícil; y al hecho de que el de Huelva es, precisamente, un Festival con una profunda razón de ser.
Por eso, desde este humilde espacio, os animo a todos a que llenéis las salas durante estos días. Yo me quedaré en casa, que se está más calentito".

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