Entre las noticias más raras con que el observador se topa hoy en los teletipos se encuentra una que dice que la Guardia Civil ha detenido a un hombre por colocar un bolígrafo "espía" con cámara de vídeo en el cuarto de baño de su suegra. Hay gente para todo, dicho con respeto, desde luego.
El detenido es un vecino de la localidad sevillana de El Viso del Alcor cuya identidad corresponde a las iniciales N.R.T., de 34 años de edad, y está acusado de un delito contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad del domicilio.
La denunciante, como es obvio, es la suegra, quien relata en su denuncia que se percató de la presencia de un bolígrafo sospechoso en su cuarto de baño y que no sabe cuánto tiempo llevaba allí.
Posteriormente, los agentes de la Guardia Civil inspeccionaron el dichoso artilugio y descubrieron que estaba provisto de un dispositivo de grabación y reproducción de audio y vídeo.
Además, en las imágenes grabadas, se podía ver a un hombre que manipulaba el bolígrafo, lo dirigía hacia la bañera, y comprobaba en varias ocasiones la orientación de la cámara. Este hombre era un yerno de la denunciante que había abandonado el domicilio conyugal, y que finalmente confesó que había colocado el bolígrafo.
El detenido es un vecino de la localidad sevillana de El Viso del Alcor cuya identidad corresponde a las iniciales N.R.T., de 34 años de edad, y está acusado de un delito contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la inviolabilidad del domicilio.
La denunciante, como es obvio, es la suegra, quien relata en su denuncia que se percató de la presencia de un bolígrafo sospechoso en su cuarto de baño y que no sabe cuánto tiempo llevaba allí.
Posteriormente, los agentes de la Guardia Civil inspeccionaron el dichoso artilugio y descubrieron que estaba provisto de un dispositivo de grabación y reproducción de audio y vídeo.
Además, en las imágenes grabadas, se podía ver a un hombre que manipulaba el bolígrafo, lo dirigía hacia la bañera, y comprobaba en varias ocasiones la orientación de la cámara. Este hombre era un yerno de la denunciante que había abandonado el domicilio conyugal, y que finalmente confesó que había colocado el bolígrafo.
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