El ex alcalde de Almonte, Francisco Bella, ha perdido el poder en el seno del partido después de que en el último congreso local la candidatura que integraba y lideraba su delfín, Silvia Espinosa, perdiese por 94 a 108 votos a manos de Rocío Espinosa, actual directora General de Sostenibilidad de Espacios Naturales, que gana enteros como alcaldable para tratar de disputarle en 2014 la alcaldía al popular José Antonio Domínguez, según cuenta Carlos López en Huelva Información.
Durante el desarrollo del sanedrín Bella constató en cifras la pérdida de respaldo por parte de los militantes, después de que le pasase factura el desgaste sufrido tras 16 años de mandato ininterrumpido. Tras su marcha al frente de la alcaldía ha dejado al Ayuntamiento con una deuda de 24 millones de euros, lo que le sitúa como el segundo municipio de Andalucía más moroso dentro de la franja de 20.000 habitantes. De otro lado, la imputación en la adquisición del campo de golf y su sintonía con el edil tránsfuga, Alberto Mondaca, han terminado por minar la hegemonía de la que gozaba en una población de fuerte corriente progresista.
Aún así, la nueva secretaria general ha descartado que existan fricciones internas, recordando que la presentación de una segunda candidatura constata el espíritu democrático del partido y refuerza la viveza del mismo.
Es más, Rocío Espinosa se deshizo en elogios hacia el ex alcalde, de quien dijo que "seguirá siendo uno de los grandes activos del partido por su capacidad y experiencia. No le vamos a esconder, va a seguir desarrollado su labor como concejal, así como ostentando sus cargos orgánicos a nivel regional".
Rocío Espinosa tampoco dará lugar a la bicefalia entre el grupo municipal y el aparato del partido, al respaldar la ejecutiva "de forma unánime" la labor que Bella y los suyos están desempeñando en la oposición. En cuanto a la connivencia y sintonía con el tránsfuga, la líder socialista explica que "el PSOE ha gobernado la ciudad durante 30 años, por lo que tenemos una clara vocación de gobierno, lo que nos lleva a presentar infinidad de iniciativas como grupo político por lo que, en ocasiones, nos hemos encontrado con el apoyo del edil no adscrito, aunque ojalá este apoyo se hiciese extensible al PP o IU". En este sentido, descartó cualquier acuerdo tácito con el díscolo Mondaca que, a su juicio, es el reflejo "de la división en el PP".
Para la ejecutiva provincial, mayor suerte tuvo la candidatura liderada por Juan Manuel Domínguez, que se impuso a la respaldada por Rocío Espinosa por 106 votos a 96.
Quien no tuvo problemas para refrendar y renovar su cargo como secretario general de la nueva comisión ejecutiva fue el alcalde de Bonares, Juan Antonio García. El líder socialista contó con el 80% de respaldo de los militantes, incrementando así los apoyos recabados hace cuatro años en los que obtuvo el 73% de los votos. Todo ello a pesar de que en esta cita se medía por primera vez a otra candidatura, como la liderada por la militante Rosario Infante.
García explicó a Huelva Información que a nivel orgánico han logrado "reformar la sede; movilizar a la ciudadanía; y, sobre todo, acercar el partido a los jóvenes", una de las asignaturas pendientes y que se habían marcado como eje principal de actuación. En este sentido subrayó que dicho trabajo se ha visto recompensando en las urnas a pesar de defender una marca política "que no atraviesa sus mejores momentos debido al desgaste de la crisis". Dijo que de la provincia de Huelva han sido de los pocos municipios de más de 5.000 habitantes en los que el PSOE ha ganado por mayoría absoluta en las últimas cuatro citas electorales: europeas, nacionales, locales y regionales. García también tuvo lugar para la autocrítica y ensalzó las voces que discrepan, lo que nos permite "corregir vicios creados".
En los objetivos de la comisión ejecutiva se encuentra la "generación de empleo, el apoyo a emprendedores y al desarrollo local, la defensa de la educación y la sanidad pública".
Durante el desarrollo del sanedrín Bella constató en cifras la pérdida de respaldo por parte de los militantes, después de que le pasase factura el desgaste sufrido tras 16 años de mandato ininterrumpido. Tras su marcha al frente de la alcaldía ha dejado al Ayuntamiento con una deuda de 24 millones de euros, lo que le sitúa como el segundo municipio de Andalucía más moroso dentro de la franja de 20.000 habitantes. De otro lado, la imputación en la adquisición del campo de golf y su sintonía con el edil tránsfuga, Alberto Mondaca, han terminado por minar la hegemonía de la que gozaba en una población de fuerte corriente progresista.
Aún así, la nueva secretaria general ha descartado que existan fricciones internas, recordando que la presentación de una segunda candidatura constata el espíritu democrático del partido y refuerza la viveza del mismo.
Es más, Rocío Espinosa se deshizo en elogios hacia el ex alcalde, de quien dijo que "seguirá siendo uno de los grandes activos del partido por su capacidad y experiencia. No le vamos a esconder, va a seguir desarrollado su labor como concejal, así como ostentando sus cargos orgánicos a nivel regional".
Rocío Espinosa tampoco dará lugar a la bicefalia entre el grupo municipal y el aparato del partido, al respaldar la ejecutiva "de forma unánime" la labor que Bella y los suyos están desempeñando en la oposición. En cuanto a la connivencia y sintonía con el tránsfuga, la líder socialista explica que "el PSOE ha gobernado la ciudad durante 30 años, por lo que tenemos una clara vocación de gobierno, lo que nos lleva a presentar infinidad de iniciativas como grupo político por lo que, en ocasiones, nos hemos encontrado con el apoyo del edil no adscrito, aunque ojalá este apoyo se hiciese extensible al PP o IU". En este sentido, descartó cualquier acuerdo tácito con el díscolo Mondaca que, a su juicio, es el reflejo "de la división en el PP".
Para la ejecutiva provincial, mayor suerte tuvo la candidatura liderada por Juan Manuel Domínguez, que se impuso a la respaldada por Rocío Espinosa por 106 votos a 96.
Quien no tuvo problemas para refrendar y renovar su cargo como secretario general de la nueva comisión ejecutiva fue el alcalde de Bonares, Juan Antonio García. El líder socialista contó con el 80% de respaldo de los militantes, incrementando así los apoyos recabados hace cuatro años en los que obtuvo el 73% de los votos. Todo ello a pesar de que en esta cita se medía por primera vez a otra candidatura, como la liderada por la militante Rosario Infante.
García explicó a Huelva Información que a nivel orgánico han logrado "reformar la sede; movilizar a la ciudadanía; y, sobre todo, acercar el partido a los jóvenes", una de las asignaturas pendientes y que se habían marcado como eje principal de actuación. En este sentido subrayó que dicho trabajo se ha visto recompensando en las urnas a pesar de defender una marca política "que no atraviesa sus mejores momentos debido al desgaste de la crisis". Dijo que de la provincia de Huelva han sido de los pocos municipios de más de 5.000 habitantes en los que el PSOE ha ganado por mayoría absoluta en las últimas cuatro citas electorales: europeas, nacionales, locales y regionales. García también tuvo lugar para la autocrítica y ensalzó las voces que discrepan, lo que nos permite "corregir vicios creados".
En los objetivos de la comisión ejecutiva se encuentra la "generación de empleo, el apoyo a emprendedores y al desarrollo local, la defensa de la educación y la sanidad pública".
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