La Señora paseó, orgullosa, en medio de su gente. Ante atentas miradas de devoción. Mecida por un puñado de costaleros siempre presto y dispuesto. Y sus pasos fueron seguidos por hombres y mujeres que, de este modo, le proclamaban su cariño.
Tras una función que llenó por completo la iglesia de Santiago, la Reina inició su salida, con el saludo en forma de himno por parte de la Banda de Cornetas y Tambores de la Virgen de la Salud de Huelva, que dio un notable realce a todo el desfile procesional.
La presidenta y hermana mayor de la Hermandad, Elena Calvo, destacó que la localidad de Gibraleón profesa un notable cariño a la Virgen, tanto durante el Viernes Santo, como cada 15 de septiembre.
Bajo un generoso sol, la procesión recorrió, como de costumbre, algunas de las calles más cercanas al templo, ente ellas Tenerías o Santo Domingo, siendo ésta última en la que un mayor número de vecinos salieron de sus casas para contemplar ‘in situ’ la solemnidad del cortejo procesional.
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