Huelva, 27.05.14.- Más de lo mismo. Un chasco. Las redes sociales, que suelen servir de termómetro para conocer el grado de satisfacción de los internautas en muchas cosas, parecen haber emitido ya su veredicto sobre el programa que ‘Salvados’ de laSexta dedicó a uno de los eternos problemas que padece Huelva y su entorno: la contaminación que generan las industrias de la zona, según informó huelvahoy.com.
La notable expectación que generó el espacio de Jordi Évole, conducido, producido y dirigido por Jordi Évole se transformó en decepción nada más que comenzar.
En algunos casos, los telespectadores no dudaron en lamentar a través de ‘tuits’ que el programa apenas había aportado “algo nuevo” a los onubenses que, han llegado a tachar de “pobre” o incluso de “timo” el contenido de dicho programa.
Otros se quejaban de la mala imagen que, a su juicio, estaba dando la emisión de laSexta de Huelva.
En el programa intervinieron representantes del movimiento ecologista y de UGT que, según señalaron algunos internautas, reiteraron “lo que ya sabemos todos los onubenses. Unos, los ecologistas, que el Polo Químico es muy malo para la salud, y desde UGT, que es necesario para mantener miles de puestos de trabajo. En fin, lo de siempre”.
En cualquier caso, el espacio contó con un audiencia de 2.296.000 espectadores, lo que supone un 11,7% de share-, al que algunos acusan de no haber contado con suficientes testimonios para ofrecer una visión ajustada a la realidad.
El digital huelvahoy.com también publica una carta en relación a dicho programa:
A/A Sr. Évole:
Supongo que soy uno más de los miles de onubenses que se han sentido decepcionados e instrumentalizados por su programa de ayer.
No soy periodista, ni químico, y es alto mi grado de ignorancia en esta problemática. Vivo en Huelva con mi familia, junto a una situación insostenible e inverosímil en unas condiciones que me incomodan dado mi amor y respeto hacia el medio ambiente del que formo parte.
Évole
Es algo que se “respira” si resides por aquí: la gente está muy preocupada por los porcentajes tan altos (por encima de la media) de enfermos de cáncer como el de vejiga o intestino. Conociendo esto, me pregunto cómo un periodista consciente de la expectación que genera el solo hecho de venir a grabar sobre este delicado asunto basa casi la totalidad del medio programada dedicado a ello en una conversación de taberna.
Una tertulia de bar, meras opiniones de gente llana, alejada de puestos de responsabilidad en las factorías químicas que han creado el mayor vertido al aire libre de fosfoyesos de Europa, nadie de la AIQB, de la Junta de Andalucía (para mí la gran culpable del problema creado), del Ayuntamiento de Huelva y Palos de la Frontera o de la Autoridad Portuaria. Esto es, he echado en falta un interés sincero por hacer un periodismo integral, de verdad, sobre todo si es cierto que los miliserves registrados en determinadas zonas de las Marismas del Polvorín ascienden a esas cifras (en torno a 150 veces superior a lo permitido). Ya ha visto cómo de cerca de esos residuos están los últimos bloques de pisos que han levantado.
Si eso es así ¿Qué ha hecho aquí, Señor Évole? ¿Periodismo?
La parte del programa filmada en Huelva tiene que ver con el pasado de la Ministra de Agricultura como asesora de Fertiberia, como forma de ensuciar un currículum político hasta ahora bastante desconocido. Esta pequeñez, porque no deja de ser una puñetera anécdota en un problema tan grave, significa para mí que la provincia de Huelva le ha servido, o mejor dicho, le ha servido el temor ciudadano a las consecuencias del descomunal vertido de residuos químicos para decirle a España que Dª. Isabel García Tejerina trabajó para Fertiberia. Lo de las moscas y los cañonazos.
A usted no le ha interesado lo más mínimo el daño ambiental, la atrocidad paisajística, lo ilegal del vertido y la vista gorda que han venido haciendo las administraciones competentes; ¿Sabía usted la cercanía de las balsas de fosfoyesos con 480 hectáreas de una Reserva de la Biosfera?; tampoco le han despertado el apetito periodístico las subvenciones públicas que reciben estas empresas a día de hoy y que superan, para más inri, las sanciones que les interponen por la inacción frente al problema que han ocasionado; no se ha interesado por los datos que los oncólogos de la ciudad habrían podido ofrecerle, por la incomodidad que se vive, el miedo de la gente, la calidad del agua, el suelo o el aire…
Quizás he pecado de ingenuo albergando cierta esperanza en que su trabajo ofreciera algo más de luz en este grave asunto. Pero duele que Huelva, para Salvados, haya sido puro instrumento. Me duele porque yo personalmente le tenía por buen profesional; y me cuesta creer que no lo sea: al fin y al cabo todos tenemos días mejores y peores. Pero me he sentido fuertemente decepcionado, y como yo, supongo que muchos más onubenses. Por ello, Señor Évole, le invito a reconsiderar el eje central de su trabajo aquí y a que aborde con más entusiasmo lo que al pueblo realmente le interesa, la relación causa-efecto de los fosfoyesos en su salud. A buen seguro que de paso advierte molestas connivencias entre políticos y empresarios que tanto nos gusta se descubran, y tanto juego dan al periodismo de calidad.
Atentamente, uno de tantos onubenses preocupados.
Andrés Rite.
(www.huelvatoxica.com)
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